SALTA (Redacción) – El sistema actualmente se encuentra en un bucle de transición que genera algunos niveles de incomodidad y cambios. Dentro de este marco han aparecido nuevos medios de transporte personal como es el caso del UBER o personas que utilizan su motito para llevar su pasajero. En Tartagal se estudia seriamente la posibilidad de su regulación y formalización.
Se trata de una estrategia totalmente diferente a la de la Ciudad de Salta donde persiguen y sancionan a estos conductores. El Concejo Deliberante de Tartagal presentó un proyecto con el cual pretenden legalizar prácticas ya existentes. Es decir, establecer un reglamento para mototaxis, taxis compartidos y trafics como transporte de pasajeros.
La medida comprenderá más allá de la ciudad de Tartagal ya que los vecinos del Departamento San Martín podrían beneficiarse. Para las mototaxis, le regularía legalmente su uso, tratando de establecer las normativas y garantías necesarias para la seguridad de los conductores y pasajeros. La misma viene funcionando hace varios años pero de manera «irregular» o «ilegal».
Mientras que para el caso de los taxis compartidos, varios pasajeros podrán optar por la opción de compartir vehículo hacia destinos diferentes. El rol de la Municipalidad será establecer una tarifa regulada brindando estabilidad y seguridad a los pasajeros. Las unidades seguirían un trayecto designado y se les colocaría un número en el techo para identificarlas. Este sistema es usado en lugares de Chile, Perú y también en San Salvador de Jujuy.
En cuanto a las trafics o utilitarios, van a estar regulados con el fin de brindar servicio interurbano entre puntos claves, como por ejemplo en la ruta que une Tartagal con Mosconi. La intención es favorecer a la circulación regional de los habitantes de las distintas localidades del departamento.
Optimización
En cuestión, el objetivo clave de los concejales de Salta es optimizar aquello que funciona de manera ilegal y que cuenta con un amplio respaldo de los usuarios. Es un modelo que podría brindar seguridad y abaratar costos para los pasajero. Todo esto demuestra, una vez más, como la ciudad Capital va a contramano de muchos otros lugares y optan por castigar a quienes están en la informalidad.