SALTA (Redacció) – Tal vez esté acostumbrado a la política salteña donde prácticamente todos les responden y se deben a su autoridad política. Con una clara falta de oposición y niveles de obsecuencia poco veces vista, ahora Gustavo Sáenz quiere que el Senado argentino lo sea con Javier Milei. Todo esto con el solo fin de pedir por más jueces federales.
Eso sí, parece que no bastó mandar a sus diputados a acompañar al Gobierno nacional para que sus demandas sean satisfechas. También ayer se había reunido con el procurador para hacer el mismo reclamo. Ante el reclamo y la exigencia al Senado, las críticas contra Sáenz no se hicieron esperar y los gestos de repudio aparecieron en masa.
A través de sus redes sociales compartió un vídeo para alertar por la falta de jueces federales en Salta. El punto de inicio central es que «no conviertan al Senado en una máquina de impedir». Luego Sáenz explica que en nuestro país hay más de 1000 jueces federales y que el 30% se encuentra vacante. Asimismo, también hay 368 fiscales federales de los cuales 161 no están asignados.
Hay que tener en cuenta que en el marco del Plan Güemes la Provincia requiere de más personal para actuar con mayor agilidad en cada caso. Con estas consideraciones, Sáenz remarca que el aparato judicial está colapsado y se requiere de un esfuerzo para avanzar más rápidamente» en las causas. «Si faltan jueces, faltan sentencias, faltan condenas; si faltan fiscales, faltan investigaciones y los delincuentes lamentablemente siguen libres«. sostuvo el mandamás salteño.
Todos los cañones contra el Senado
El pedido de más jueces federales también le sirvió al gobernador para expresarse a favor del Gobierno y pedir que el Senado sea complaciente con Milei. Es decir, quiere que le aprueben todos los proyectos sin debates, algo parecido a lo que ocurre en Salta. Desde su punto de vista, la oposición es una máquina de impedir y de poner trabas al Ejecutivo.
«No conviertan al Senado en una máquina de impedir. Se los pide un gobernador que está trabajando abiertamente con el gobierno nacional, los gobiernos municipales, con las distintas fuerzas federales y provinciales», expresó. «El Senado debe asumir una mínima responsabilidad para garantizar que la justicia funcione. Si no se cubren los cargos vacantes, los delincuentes siguen libres y las investigaciones no avanzan», concluyó.