SALTA (Redacción) – El Partido Justicialista de Salta viene atravesando tiempos turbulentos. Legisladores que entraron al Congreso por Unión con la Patria y terminaron votando a favor del Gobierno del cual son supuestamente opositor. La senadora Nora del Valle Giménez quiere que haya un fuerte disciplinamiento en la estructura partidaria.
En este contexto, la legisladora tuvo un acto de sincericidio ya que aclaró que «el motivo no es un mal funcionamiento partidario». Antes que nada, se trata de un problema político y de comportamiento parlamentario. Las dos provincias intervenidas son Salta y Misiones cuyos diputados votan con el Gobierno de Javier Milei.
«Hoy la gente nos dio un mandato como oposición y acá, los representantes que llegaron con el peronismo a la Cámara, a la hora de votar, lo han hecho por Milei y compañía, entonces esto es con lo que hay que acabar», repudió Giménez. «Hay que generar un disciplinamiento político, sino no hay ninguna posibilidad en el tiempo de producir una reorganización real y efectiva del partido, porque si el partido define una cosa entre sus dirigentes y después sus legisladores hacen lo contrario, algo no está bien», señaló la senadora nacioinal.
El año legislativo
Mañana es el último día del mes de febrero y el sábado el presidente Javier Milei inaugurará el periodo de sesiones ordinarias del Congreso. Giménez compartió la agenda de trabajo de cara al año legislativo. El bloque de Unión por la Patria no asistirá al acto del presidente «para no recibir el reto, el agravio, que sentimos durante la última Asamblea, con un presidente que le da la espalda al Congreso».
Aparte de eso, una de las principales críticas que hacen desde la oposición es la falta de presupuesto. Giménez advirtió que eso da lugar a que pueda «gastar los fondos públicos sin ningún tipo de control. Además puede avanzar en los despidos, cierre de organismos y de programas a pacientes oncológicos.
Por último, planteó que «el problema se sustancia entre la falta de entidad moral de una parte de la dirigencia argentina que no siente que tiene sobre sus espaldas la responsabilidad del voto como un contrato social-moral con el ciudadano que lo apoya y que espera encontrar en ese legislador un respaldo, una respuesta coherente y una pertenencia”
