El diputado nacional por Salta, Emiliano Estrada, criticó con dureza el modelo económico que impulsa el presidente Javier Milei y aseguró que “no defiende a la gente”. La declaración generó repercusión inmediata en el escenario político y reactivó el debate sobre el rumbo de la economía nacional.
En sus palabras, señaló que las medidas de la Casa Rosada se concentran en los números macroeconómicos pero descuidan el impacto social. Subrayó que la inflación, la pérdida de empleo y la caída del poder adquisitivo golpean de lleno a las familias del NOA, donde los índices de pobreza siguen en alza.
El mensaje provocó reacciones en distintos sectores. Dirigentes opositores lo respaldaron y coincidieron en que las provincias quedan relegadas frente al centralismo porteño. En cambio, funcionarios cercanos al oficialismo replicaron que la política económica apunta a ordenar las cuentas del Estado y que los beneficios llegarán en el mediano plazo.
En paralelo, Emiliano Estrada advirtió que el ajuste fiscal no resuelve los problemas estructurales del país. Planteó que el modelo necesita incorporar políticas activas para sostener el empleo, impulsar la producción y garantizar servicios básicos en las provincias. Según él, sin esa mirada, el costo lo pagan siempre los mismos sectores sociales.
Analistas económicos coinciden en que el enfrentamiento con Milei le permite al diputado salteño reforzar su perfil opositor en el Congreso. A la vez, remarcan que su discurso conecta con un electorado cansado de los ajustes y preocupado por el futuro inmediato.
La polémica se instaló también en la agenda regional. Empresarios y sindicatos del norte advirtieron que los recortes afectan a la obra pública, al transporte y a los programas sociales. Documentos del Ministerio de Economía muestran que el presupuesto 2026 prevé una reducción de partidas que impactará en varias provincias del interior.
Con este posicionamiento, Estrada busca diferenciarse como voz crítica del modelo libertario y al mismo tiempo instalar la necesidad de un federalismo más real. Su frase “no defiende a la gente” quedó como una señal política fuerte en la disputa por el rumbo económico del país.
