El diputado nacional Pablo Kosiner presentó una denuncia contundente sobre el precario estado de la Ruta Nacional 34, especialmente el tramo que une Pichanal y Salvador Mazza. El sábado 19 de julio, desde ese corredor que conecta con la frontera, describió las condiciones como «zona de guerra», responsabilizando al Gobierno nacional por la falta de mantenimiento y las grietas que acechan a las y los conductores. En sus propias palabras, “falta total de seguridad vial” y “riesgo serio para trabajadores y familias que transitan a diario”.
Además, Kosiner advirtió el impacto socioeconómico en la zona norte del NOA, cuyo desarrollo depende del flujo de camiones de carga y transporte de pasajeros. Al denunciar estos hechos, contó que recorrió personalmente varios kilómetros “cerrando los ojos para protegerse del polvo y la visibilidad pésima”. Este viernes adelantó que exigirá ante el Ministerio de Obras Públicas un informe detallado de inversión y cronograma real de obra.
El contexto es clave: esta ruta tiene un rol estratégico para la conexión con Bolivia, por lo cual Kosiner afirmó que el abandono “desincentiva el turismo y frena el comercio bilateral”. Paralelamente, adelantó que solicitará sumarios para conocer responsables políticos y técnicos que hayan omitido inspecciones o evadido presupuestos aprobados.
Un aspecto técnico relevante es que la ruta atraviesa zonas con suelos blandos y requieren mantenimiento periódico, que según el legislador “no se cumplió en años”. De acuerdo con registros oficiales del Ministerio de Transporte, se encuentran pendientes proyectos de repavimentación desde al menos 2023, aunque no estarían avanzando.
Finalmente, Kosiner anticipó que presentará un proyecto de ley de emergencia vial para toda la Región Norte y ya mantiene diálogo con intendentes y cámaras de transporte. Esta iniciativa habría sido motivada por la preocupación de familias rurales que necesitan garantías mínimas de transitabilidad y seguridad.
