El gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, reclamó que se contemple el ciclo productivo del norte en la baja de retenciones al maíz y la soja. La medida nacional, que reduce los derechos de exportación hasta el 30 de junio, no beneficia a las provincias del NOA, donde la cosecha arranca en julio. Esto deja a los productores regionales fuera del incentivo fiscal.
Sáenz sostuvo que el gobierno central no tuvo en cuenta las diferencias productivas entre provincias. “Desde Buenos Aires diseñan políticas sin mirar los tiempos ni los costos que enfrentamos”, advirtió. Solo en 2023, Salta aportó 174 millones de dólares en retenciones que no regresan vía coparticipación.
El mandatario trasladó este reclamo a Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural Argentina, para que la entidad visibilice el problema. Aseguró que no piden privilegios, sino equidad fiscal. “Lo justo es que el beneficio alcance también al maíz del norte”, subrayó. El planteo se alinea con lo expresado en la Cumbre del Bioetanol en Tucumán, donde Salta, Jujuy y Tucumán actuaron en bloque.
La exclusión de las provincias del norte podría afectar sus márgenes de ganancia. Sin acceso a la baja en julio, deberán vender con mayores cargas impositivas. Esto encarece la producción y debilita la competitividad regional. La falta de infraestructura y el costo logístico agravan la desventaja.
El reclamo de Sáenz tiene respaldo político y técnico. Además de la Sociedad Rural, referentes del agro admiten que la ventana fiscal ignora el calendario del norte. Hasta ahora, la Nación no confirmó una extensión del plazo. Si eso no ocurre, se profundizará la inequidad entre regiones.
El pedido de Salta busca instalar un debate de fondo: el país necesita políticas que reconozcan las realidades productivas federales. De lo contrario, medidas como esta podrían aumentar la brecha entre el centro y el norte agrícola argentino.