La provincia de Salta enfrenta una crisis sanitaria sin precedentes. Hospitales públicos se encuentran en estado crítico, con techos dañados, camas insuficientes y escasez aguda de médicos especialistas. El Hospital Señor del Milagro es uno de los más afectados. Allí, su gerente general, José Soto Ruiz, advirtió que ya no alcanzan las camas disponibles. Afirmó que muchas áreas funcionan con infraestructura limitada desde su inauguración hace más de veinte años.
El panorama empeora por las obras en curso. En lugar de mejorar, reducen aún más el espacio disponible. Esto deja menos camas y más demoras en la atención. Las especialidades más golpeadas son pediatría, neonatología, ginecología y medicina familiar. La atención a niños y pacientes vulnerables se ve especialmente comprometida.
Desde el Círculo Médico de Salta, Cristina Sánchez Wilde explicó que cada vez menos jóvenes eligen posgrados clave. Afirmó que especialidades como neonatología ya no resultan atractivas. El motivo es claro: requieren años de formación y ofrecen poca retribución. “Hoy la medicina no es una buena opción para ganar dinero”, aseguró.
El déficit no es exclusivo de Salta. A nivel nacional, faltan residentes y especialistas en áreas clave. Esta situación pone en riesgo el funcionamiento de servicios básicos. La consecuencia directa es el colapso progresivo de las guardias y la sobrecarga de médicos activos.
A pesar de los reclamos, no se han presentado soluciones urgentes. Las autoridades aún no logran revertir el deterioro edilicio ni garantizar el acceso a especialistas. Tampoco hay incentivos reales para retener profesionales.
Este escenario se agrava con la falta de planificación estratégica. No hay un programa específico para reforzar los hospitales del NOA, ni una política clara desde la Secretaría de Salud o el Ministerio de Salud para revertir la tendencia.