Empresarios del transporte público del área metropolitana de Salta alertan sobre una crisis grave en SAETA, la empresa estatal que gestiona el servicio. Señalan atrasos de hasta cinco meses en los pagos a las prestatarias y advierten que la deuda podría superar los $6.000 millones.
Desde SAETA, el presidente Claudio Mohr reconoció el desfasaje financiero, aunque afirmó que el pasivo real sería de unos $2.500 millones, y no solo con operadores sino también con otros prestadores del sistema. Atribuyó la situación a la pérdida de subsidios nacionales y a la falta de recursos provinciales para compensar el faltante.
Las empresas advirtieron que afrontan problemas para pagar sueldos, aportes y combustibles. También denunciaron que realizaron inversiones recientes para renovar la flota —más de 100 unidades— financiadas por bancos bajo la expectativa de pagos previsibles.
El sector privado denunció además que internas políticas dentro del gobierno provincial estarían obstaculizando decisiones clave y autorizaciones de pago, lo que habría agravado la situación. “No es solo falta de fondos sino quién maneja SAETA”, expresaron.
El sistema de transporte urbano en Salta moviliza a más de 300.000 personas diarias. Las prestatarias consideran que sin una solución urgente, el servicio podría resentirse seriamente en las próximas semanas.
Mohr aseguró que se pagaron sueldos y aguinaldos este mes, pero reconoció que hay demoras en otros conceptos. También destacó que la renovación de unidades es responsabilidad de los operadores, y que SAETA solo abona por kilómetro recorrido.
En ese contexto, los empresarios exigen al gobierno provincial regularizar los pagos. Aseguran que sin acciones concretas, el riesgo de colapso del sistema se vuelve inminente.