La nueva terminal de ómnibus de Güemes ya está funcionando. La inauguración no pasó desapercibida por una frase del gobernador Gustavo Sáenz: “No le debemos nada a nadie”. Afirmó que fue construida con fondos provinciales y sin ayuda externa. La frase tiene peso político, en medio de las tensiones por la distribución de recursos nacionales.
La terminal forma parte de un plan para reforzar la infraestructura del NOA. Es moderna, accesible y diseñada como un nodo clave del transporte regional. La Provincia busca mostrar autonomía en la gestión, sin depender de Nación. Sáenz dijo que esta obra es una forma de defender el federalismo con hechos.
Durante el acto, Sáenz estuvo rodeado de funcionarios y vecinos. Agradeció el esfuerzo de los salteños y aseguró que la terminal fue posible sin créditos ni endeudamiento. En su discurso, insistió en que Salta puede ejecutar obras grandes con fondos propios. Su mensaje apuntó también a otros gobernadores y al Gobierno nacional.
La terminal se diseñó con criterios de accesibilidad y sustentabilidad. Se conecta al sistema de transporte metropolitano. Ahora el desafío será asegurar su funcionamiento diario y su impacto en la conectividad. Esto será clave durante el turismo de verano y el movimiento estudiantil.
Gustavo Sáenz repite una línea clara: obras visibles con impacto local. Con esta frase, reafirma su postura frente al debate por el reparto de fondos. En paralelo, marca distancia de Nación y refuerza su perfil político con una obra concreta.
La construcción se completó dentro de los plazos y sin desvíos presupuestarios. Todos los trabajos fueron supervisados por áreas provinciales. No hubo financiamiento externo.
Con esta infraestructura, General Güemes suma un punto estratégico. La terminal busca mejorar el flujo de pasajeros en la región. Su funcionamiento será clave para evaluar el impacto real en la movilidad del norte.