SALTA (Redacción) – Los representantes de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios de Salta se reunieron con el Jefe de Gabinete de la Provincia, Baltasar Saravia, para intentar modificar algunos puntos de reglamentación que rige sobre la actividad en el distrito. Al respecto, uno de los referentes de la organización, Elías Chihadeh comentó que buscan que la Provincia adhiera a la Ley nacional para que se fomente las obras. “Esto es importante para que la sociedad pueda acceder a una vivienda”, aseveró.
En diálogo exclusivo con Salta 4400, Chihade manifestó públicamente su agradecimiento a Saravia por la predisposición que les demostró a la hora de escuchar sus reclamos. En relación a la conversación que mantuvieron con el funcionario, expuso que las problemáticas del sector pasan porque mientras “el Gobierno nacional está sacando programas de fomento para las inversiones inmobiliarias, con lo cual quedan exentas de impuestos como el IVA y rentas, estamos discutiendo parte de este incentivo con Rentas de la Provincia”.
“Una parte de este incentivo va en contradicción a lo que pide la Ley nacional, donde tenés que estar exento, y aquí dicen que no”, formuló el desarrollador, quien agregó que la administración salteña se comprometió a conformar “una mesa de trabajo” para tratar de arribar a una solución. Asimismo, consideró que la aceptación de los términos nacionales sería beneficiosa para la Provincia, debido a que sostuvo que “hoy los desarrolladores somos la única herramienta que hay para una clase de la sociedad que puede llegar a una vivienda”.
En ese sentido, Chihadeh remarcó que “la clase media siempre buscó créditos hipotecarios” para financiar la adquisición de inmuebles y, a causa de las dificultades que actualmente existen para acceder a estas fuentes de crédito, enfatizó en que los desarrolladores inmobiliarios “somos una de las pocas herramientas para llegar a las viviendas”. Por ese motivo, insistió en que este grupo de profesionales necesitan “un poco de ayuda del Gobierno provincial para que tengamos seguridad jurídica e impositiva, que son fundamentales para que el empresario siga invirtiendo”.
El presente de la actividad
Consultado acerca del estado de las transacciones en la Provincia, el especialista comentó que el último año ha sido “muy volátil”. “Son muchos de los factores que influyen en el momento para que pueda haber ventas o adhesiones a fideicomisos”, expuso el dirigente. Además, agregó que este panorama “va dependiendo mucho y fluctuando mucho de acuerdo a la normativa y coyuntura económica que pone en tela de juicio a nivel nacional si el dólar o las tasas suben o bajan”. De esta manera, ilustró la incidencia del contexto financiero sobre los inversores que evalúan “adherirse a un fideicomiso al costo para tener su vivienda o que tengan unos ahorros y vayan a comprar un terreno para que en un futuro se realice su inmueble”.
Asimismo, Chihadeh advirtió que a pesar de que “en estos momentos no están consumiendo, aquellos que tienen ciertos ahorros están viendo la forma de adherirse o comprar un terreno”. Al mismo tiempo, opinó que “se está demostrando que en la Argentina la parte de la ‘timba financiera’ siempre va en desmedro del ladrillo”. Igualmente, afirmó que la mayoría de los habitantes del país “siguen creyendo que el ladrillo es la única opción”. “Hoy se va acomodando, pero hubo un momento que estuvo por debajo por lo que te daban los intereses, pero los valores de las propiedades en dólares fueron subiendo y la gente optó por volver a la compra de unidades”, contó.
Acerca de esta cuestión, el desarrollador aludió que el año pasado, justamente cuando se produjo la peor parte de la devaluación del peso, “los valores de los metros cuadrados y de los terrenos tuvieron una depreciación”. “Obviamente las tasas subieron, el dólar subió y se despreció un poco el valor del metro cuadrado, por lo que la gente se inclinó hacia la compra de dólares, o eligió el plazo fijo, donde tenía mucho mejor rentabilidad”. “Con el paso del tiempo se acomodaron un poco los precios de los metros cuadrados, ya sea en terreno virgen o construidos, y ahí la gente vio que se podía inclinar nuevamente por el ladrillo. Ahora ya hay un proceso más de confianza”, sentenció.