SALTA (Redacción) – Según lo denunciado por el dueño de la empresa, José Saravia, de 66 años, los ladrones se llevaron el contenido de una caja de madera, en la cual se hallaban 64 sobres de pago, correspondiente al pago de la primera quincena de agosto. Lo que llamó la atención de los policías, al escuchar la denuncia del empresario, fue la supuesta relación que habría en el atraco de un tercer sujeto, quien podría tratarse de un empleado de la fábrica.
El atraco, según lo informado por fuentes policiales a este medio, ocurrió el miércoles a las 18.30, cuando se llevaba adelante el pago de la primera quincena de agosto en las oficinas internas de la planta, ubicada en la avenida Artigas 252, en el barrio La Fama, en la zona sudeste de la ciudad. El golpe, agregó la Policía, lo dieron cuatro sujetos, quienes se movilizaron en dos motocicletas.
Dos de ellos, con armas de fuego, ingresaron a las instalaciones de la fábrica con los cascos de motociclistas colocados en sus cabezas, sin que esa acción llamaran la atención de los guardias de seguridad privada, quienes no tuvieron ninguna intervención posterior para neutralizar el asalto, el que se concretó en las oficinas de pago, donde los empleados esperaban su turno e ingresaban de a uno para recibir su sobre con el pago quincenal.
En ese escenario, aparecieron los dos sujetos con cascos, quienes no demoraron en mostrar sus armas, a la vez que comenzaron a exigir la entrega del dinero. En ese instante, según lo informado, habría intervenido un tercer delincuente, quien sería un empleado de la fábrica. Este sujeto ayudó a los ladrones a sacar una caja de madera, en la cual estaba el dinero, distribuido en 64 sobres.
El monto, según lo denunciado por Saravia, fue de 1.209.000 pesos, botín que los delincuentes introdujeron en un bolso e inmediatamente se dieron a la fuga por el acceso principal de la empresa. Tras ganar la calle, los ladrones ascendieron a las dos motocicletas que esperaban a unos metros, en las cuales se dieron a la fuga por Artigas para luego introducirse en una calle lateral y desaparecer.
El asalto, según lo relatado por el empresario, duró menos de un minuto, pues los delincuentes sabían exactamente por donde ingresar, a donde ir y cómo salir de la empresa, sin que ese itinerario fuera interrumpido por nadie, empleado ni guardias de seguridad privada, cuya actuación quedó en la mira. Tras el alerta, en tanto, la policía de inmediato dispuso uniformados toda la zona, pero no pudieron dar con los asaltantes.
Si bien los investigadores se mostraron confiados de dar con los ladrones, pues sospechan que no salieron de la ciudad sino que están ocultos en el domicilio de algún familiar u otro cómplice. Asimismo, existen fuertes sospechas en torno a la ayuda interna que los ladrones tuvieron para poder cometer este robo millonario, del cual hasta el momento no se tienen pistas.
