SALTA (Redacción) – El Licenciado en Psicología, Lucas Malaisi, explicó en detalle el proyecto de Ley de Educación Emocional. “Básicamente lo que busca es el desarrollo de las habilidades emocionales”, afirmó acerca de la iniciativa que presentó ante la Legislatura de la Provincia de Salta. Asimismo, remarcó que la promulgación de esta propuesta debería ser acompañada por una mejora en la capacitación de los docentes, ya que deben poner en práctica ciertos aspectos complementarios a sus actuales competencias.
En diálogo exclusivo con Salta 4400, Malaisi comentó que esta clase de instrucción presenta “aspectos bien diferentes” en relación a la educación religiosa. “Si poseen alguna característica en común, que es la parte educativa, en realidad son órbitas que merecen ser profundizadas en espacios diferentes”, indicó. A pesar de ello, mencionó que “un docente de religión puede trabajar la educación emocional”. En este orden, remarcó que esta disciplina “tiene un fuerte fundamento científico”.
Igualmente, el especialista señaló que la implementación de la educación emocional debe estar a cargo de “personas que naturalmente están atraídas por esto, desean hacerlo y, además, que tengan la correspondiente capacitación”. Respecto a este último punto, aludió que actualmente en la Provincia “aún no se están haciendo programas” en la materia, pero también admitió que “cualquier psicólogo o psicopedagogo” ya cuenta con las herramientas necesarias para llevar adelante esta actividad.
“Lo que buscamos es que a partir de esta Ley de Educación Emocional se creen instancias de capacitación gratuitas para los docentes, para sean quienes lleven a cabo estas estrategias”, formuló Malaisi. A su vez, mencionó que en este régimen podrán participar los educadores “de todas las disciplinas en forma transversal”, con el objetivo de que “en un futuro” puedan formarse “docentes de educación emocional” para que a los estudiantes les brinden “una hora donde puedan reconocer, expresar y gestionar sus emociones”.
En ese sentido, el psicólogo expuso que existen “diferentes programas y cronogramas de despliegue”. Ante ello, contó acerca de “dos diplomaturas” que poseen una duración de “tres meses y medio”, en lo que “se van abordando diferentes aspectos”. Por ello, remarcó que “en seis meses se puede dar una capacitación mínima para que un docente esté en condiciones de trabajar la educación emocional”. “Por supuesto que con más tiempo vamos a poder profundizar más e implementarlo con mayor claridad, pero no nos podemos demorar mucho en esto porque hoy los chicos literalmente se están matando, consumiendo drogas, y teniendo conductas muy riesgosas y peligrosas”, reclamó.
La respuesta del Gobierno provincial
Consultado acerca de la visión que poseen las autoridades del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Provincia sobre esta temática, Malaisi reconoció que no tienen “conocimiento” sobre la postura del Poder Ejecutivo. Sin embargo, confesó que su iniciativa fue “muy bienvenida por parte del Poder Legislativo”. “Los legisladores de Metán han hecho presentaciones del anteproyecto, y los de la capital le han dado el visto bueno para trabajarlo”, destacó. “Es un gran equipo de personas que están en la etapa inicial, que es la de sensibilización, la de poder consensuar y conversar para que la gente entienda de qué se trata”, describió el especialista, quien agregó que también “los propios legisladores tienen que enterarse de la propuesta, y ver el alcance y la importancia de la misma”.
En caso que esta normativa pueda ser promulgada, el licenciado expuso que se garantizarán “tres aspectos que son claves”. “Por un lado, que tenga alcance sistémico, llegar a todas las escuelas”, formuló, al tiempo que advirtió que “hoy está pasando que solamente lo adquieren las escuelas privadas que tienen autonomía, pero las que están en zonas vulnerables o de riesgo, que son las que más lo necesitan, quedan al margen de estas estrategias”. Asimismo, valoró que esta legislación permitirá que la aplicación de esta disciplina en las escuelas también sea “sustentables, permanente, cotidiana y gratuita”.
