SALTA (Redacción) – Sin dudas este 24 de septiembre quedará para la historia salteña e incluso argentina. Resulta que se pudo conocer la condena contra el exjuez Ricardo Lona. En este caso, por medio de un fallo dividido, se lo condenó 15 años de prisión que se harán efectivos una vez que la condena quede firme. Es por ello que por ahora estará en libertad. Lona fue encontrado responsable como partícipe secundario y encubrimiento en la desaparición y muerte del exgobernador Miguel Ragone.
Juicio a Ricardo Lona – Fuente: Prensa del Juzgado Federal de Salta 
Juicio a Ricardo Lona – Fuente: Prensa del Juzgado Federal de Salta
Durante la audiencia del 10 de septiembre, la fiscalía penal federal, a cargo de Carlos Amad había pedido una pena de 15 años de prisión, por encubrimiento y prevaricato. Mientras que los querellantes –representantes de organismos de derechos humanos y la familia Ragone- solicitaron la cadena perpetua. Según este último sector, Lona sería partícipe necesario en la desaparición y crimen del exgobernador.
El exjuez fue acusado de cometer delitos de lesa humanidad durante los ’70, y si bien sus abogados pidieron la absolución , el exmagistrado se dirigió al tribunal que lo juzgaba y al público en la sala. “Señores jueces, no pido clemencia sino justicia, nada más”. El Tribunal Federal estuvo constituido por Gabriela Elisa Catalano, Juan Carlos Reynaga y Gabriel Eduardo Casas. Los fiscales son Carlos Martín Amad y Francisco Santiago Snopek.
Por otra parte en la audiencia estaban constituyendo la querella la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, representada por Gastón Casabella; por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, David Leiva, María José Castillo y Martín Plaza, y por la familia Ragone, Matías Duarte. Todos ellos solicitaron que se le de cadena perpetua por considerar que el juez era partícipe necesario de la desaparición y muerte del exmandatario salteño.
Aquel 11 de marzo de 1976, cerca de las 8, Ragone fue interceptado cuando salía de su casa en su auto Peugeot 504, en el que se dirigía a trabajar. Los captores abordaron el rodado, lo inmovilizaron y luego, desvanecido, lo tiraron en la parte posterior. Ante este hecho, la empleada de comercio Margarita Martínez y el comerciante Santiago Arredes, dueño de un almacén, salieron a la calle a ver qué ocurría. Incluso Arredes salió en defensa de Ragone, pero los captores les dispararon a ambos: mataron a Arredes de un balazo en el pecho e hirieron a Martínez con una ráfaga de ametralladora.
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