José De Álzaga- Como ciudadano del mundo que soy, la estabilidad planetaria es tema que me concierne, pues quienes vagabundeamos por el Orbe aspiramos al equilibrio ecológico, ya que los desmanes ambientales perjudican nuestro “uso y goce” del Planeta, de manera que hallándome en Madrid invitado para husmear en la Cumbre del Clima 2019, donde se buscará de que la temperatura no se incremente más allá de los 59 grados Fahrenheit, unos 15 grados centígrados para el vulgo, tomé conocimiento de cierta festichola donde se habrían registrado excesos de grados, pero de grados alcohólicos.
El aquelarre en mérito de esta “quaestio” fue el festejo de los 50 años de Martín Baldi y David Cornejo donde no faltó nadie, ni siquiera los dipsómanos, los sibaritas, los desvergozados y los licenciosos. La “Coena Cipriany” fue un adusto ágape al lado de este desvarío etílico generalizado.
Y si…, juzgó así al comprobar azorado cómo aquella otrora Salta de los Milagros ya convertida en el epicentro del final de los tiempos, que según algunos vendría precedido por manifestaciones físicas en sujetos que revelarían su origen alienígena. ¡Fijaos en este humanoide que se contorsiona como un epiléptico; propio de los que han perdido sus frenos inhibitorios morales y sensoriales y concluyen dados a las convulsiones desordenadas! ¿Acaso un individuo en uso y goce de sus facultades mentales puede sacudirse como un poseso? Ni siquiera en las más turbulentas saturnales públicas se supo que los erómenos (o sea…) tuvieran una caída tan indecorosa que contradice al propio poeta Cátulo que llamaba a esos desenfrenos “el mejor de los días”.
¿Dónde quedó –ex estimado- Arquitecto Guerrero vuestra bonhomía y pulcritud? Si aquí os veo ejecutando meneos que avergonzarían a un simio de feria. ¡Advierto ya el escándalo que se esparcirá “Urbi et Orbi” entre los hermanos y oblatos de la Fraternidad San Pío X! Y vos seréis convicto de haber ultrajado la memoria del ilustre Marcel-François Marie Lefebvre, cuya osamenta se levantará de Martigny -Suiza, para los no viajados- para reclamaros el propósito de enmienda, que presumo será un viático malversado pues os compruebo más que ganado por la liviandad propia de los libertinos.
Ex estimado Leopoldo Guerrero-, invoco al Apóstol sacudiendo el polvo de mis pies en expresión de rechazo a vuestro ultraje al pudor, afirmando que en las disipaciones de Sodoma y Gomorra se hallaba más decoro que en vuestros actos. Os digo finalmente, -ex estimado- Polo, que mi espíritu hállase conmovido ante la comprobación de que sois un gran simulador que haría que el Dr. Jekill y Mr. Hyde fueran menos que el Dr. Merengue –aquel famoso personaje que publicaba el Diario de Macri: “La Nación”.
Bien decía el Camus que “Un hombre sin ética es una bestia salvaje soltada a este mundo.” Si, Ignoscat tibi Deus, Polo.-
