SALTA (Redacción) – Se celebró en el país la reunión inicial y preparatoria para organizar en forma urgente una brigada sanitaria y humanitaria y así asistir a las comunidades Wichis, en la zona Tartagal, Mosconi, Orán y Embarcación. Luego de que trascendiera la muerte de 6 niños y niñas por desnutrición surgió la necesidad de intervenir y colaborar para que no más chicos mueran por inacción del estado provincial.
“Nuestros hermanos, hermana wichis necesitan que podamos aportar soluciones de fondo además de la urgencia sanitaria, alimentaria y de agua. Es por eso que planteamos un campamento permanente que esperamos sostener entre todos y todas las organizaciones populares, indígenas, profesionales, sindicales, políticas y cualquier voluntario/a de a pie para aportar desde cualquier lugar”, explicó Romina Salazar, militante del Movimiento Popular y referente en Salta de la UTEP a El Expreso.
“En este momento se necesitan donaciones de medicamentos, alimentos no perecederos, pañales, ropa en muy buen estados y mucha agua. Los que quieran colaborar podrán acercase a la Casa de la Dignidad ubicada en la calle Lavalle 763, en villa Soledad, frente al club de básquet Independiente”. La dirigente explicó que la convocatoria se realizó el lunes en Buenos Aires a través de diferentes organizaciones sociales y ayer se realizó en todos el país.
“Organización sociales como La Dignidad, MTE y el Frente Popular Darío Santillán organizaron esta primera reunión inicial y preparatoria para organizar en forma urgente el viaje al norte provincial. La convocatoria estuvo dirigida a médicos, odontólogos, psicólogos, asistentes terapéuticos, promotores de salud y trabajadores sociales. El objetivo es montar un campamento permanente en las comunidades wichis en la zona de Tartagal, Mosconi, Orán y Embarcación. Lo que pretendemos es evitar que sigan muriendo niños y mamás por falta de atención sanitaria”.
Finalmente, expresó que “la verdad que fue una linda convocatoria porque vinieron muchas personas. Yo les pregunté cómo se enteraron y la mayoría fue de boca en boca. Lo que me llamó la atención es que la mayoría de las que vinieron fueron mujeres, un solo hombre se presentó. En este primer contacto se les contó en qué consistía esta convocatoria y se los vio muy entusiasmados para ir y tender una mano a nuestro hermanos wichi”.