SALTA (Redacción) – Ayer por la tarde se celebró la misa por la Cuaresma en la Catedral Basílica de Salta. Uno de los párrocos que encabezó este oficio religioso fue el padre Daniel Ochoa. Después de esta ceremonia, el párrafo reflexionó acerca de la relevancia que posee esta conmemoración para toda la comunidad cristiana de la Provincia. En ese orden, le dedicó un párrafo especial para todas las familias que padecen la emergencia sociosanitaria en el norte.
En diálogo exclusivo con SALTA4400, Ochoa sostuvo ayer comenzó formalmente «este tiempo de cuaresma». Ante ello, manifestó que este período representa «un camino de conversión». A su vez, expresó que se trata del tiempo para «preparar el corazón para la contemplación de la pasión, la muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo». De esta manera, intentó dejar en claro la importancia que las próximas tendrán para la vida de los fieles de todo el distrito.
Invitación a la caridad
Sin embargo, el sacerdote hizo alusión a la delicada situación que atraviesan miles de personas que habitan en las comunidades originarias del norte provincial. Ante ello, recordó que «el mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma 2020 apunta a preparar el corazón, la conversión y disponernos interiormente para lo que vamos a vivir». Asimismo, enfatizó que esta solicitud «también es una invitación a la caridad, a tener gestos concretos de generosidad y solidaridad«.
«En Salta tenemos muchas situaciones de hermanos que la están pasando muy mal», aseveró Ochoa. En ese sentido, destacó la crisis humanitaria que desde hace tiempo sufre «la gente del norte y los hermanos de las comunidades wichis». Además, se refirió a «los habitantes del departamento de Anta y de San Antonio de los Cobres han sufrido las inclemencias del tiempo con las inundaciones». «Entonces esta Cuaresma se convierte en un tiempo de acciones solidarias para quienes la están pasando mal», proclamó.
Por otra parte, el padre mencionó que «el ayuno de carne sí es obligatorio, no es que lo podemos cambiar por otras cosas». A pesar de ello, sostuvo que existe la excepción para aquellos que están «impedidos», o en caso de que «hayan sufrido un problema de salud». «Pero fuera de eso, que sea también esta actitud y acompañado de una intención. No solo son gestos externos, sino que tienen que disponernos interiormente para el propósito de la Cuaresma, que es la conversión», concluyó.