SALTA (Redacción) – Tal como lo veníamos advirtiendo desde SALTA4400, a raíz de la ampliación de las facultades y atribuciones policiales en el marco de la contención de la pandemia del coronavirus, los riesgos de caer en situaciones de autoritarismo exacerbado están a la orden del día. En la jornada de ayer se sumó una nueva denuncia en contra de la arbitrariedad e intransigencia de ciertos operativos de control por parte de las fuerzas de seguridad de Salta.
Se trata de una vecina y comerciante de la zona sur, quien se quejó de la dramática experiencia que le tocó vivir en un control a través de las redes sociales.
“A mí ayer me detuvo la policía de la Comisaría de barrio San Remo, me hicieron arrodillar por la fuerza, me esposaron, me golpearon e insultaron, mientras mis hijos más pequeños lloraban”
Comerciante demorada
Denunciando la irracionalidad del procedimiento, explicó que contaban con autorización para circular, ya que es dueña de un negocio gastronómico que subsiste haciendo deliverys.
En su relato, la mujer detalló cómo fue el operativo que le tocó vivir y cuestionó el trató que le dieron a su hija menor de edad: “Hicieron un acta de infracción, la firmé y en lugar de dejarnos seguir a casa, la Policía hizo descender del auto a mi nena de 14 años, para subirla en un patrullero que la llevó esposada como si hubiera ella cometido algún delito y luego, la trasladaron sin decirme a dónde”.
La denuncia de la mujer fue acompañada con fotos y videos que reforzaron su versión. Lo hizo a través de su Facebook personal porque -según su testimonio- en la comisaría del barrio San Remo no quisieron recibir la queja por abuso policial: “En la comisaría de San Remo no me tomaron la denuncia por los malos tratos recibidos, incluso a mi padre de 60 años que fue a preguntar por nosotras lo insultaron y amenazaron con encarcelar si seguía pidiendo comunicarse con mi hijita y conmigo”.
Situaciones evitabes
Desde SALTA4400 hace semanas que venimos advirtiendo a través de entrevistas con constitucionalistas, legisladores, referentes de derechos humanos y dirigentes gremiales, el peligro de que la cuarentena genere condiciones de autoritarismo, discriminación y violencia institucional contra la ciudadanía.