SALTA (Redacción) – Este mediodía se produjeron importantes novedades acerca de un caso que estremeció a los salteños. Desde el inicio del aislamiento social preventivo y obligatorio, el sistema sanitario se convirtió en un pilar fundamental para combatir el coronavirus. A pesar de ello, este ámbito se vio salpicada por un fuerte controversia. Por ello, la Justicia investiga al frigorífico que le entregó carne podrida al Hospital Materno Infantil.
Concretamente, la fiscal penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Verónica Simesen de Bielke, está a cargo de esta causa. Al respecto, desde el Ministerio Público Fiscal de la Provincia comentaron que el gerente general del Materno Infantil, Federico Mangione, advirtió públicamente sobre esta problemática. Ante ello, la funcionaria tomó intervención de oficio y comenzó a desplegar los trabajos correspondientes a la indagación.
Carne podrida
De acuerdo a lo que expuso la fiscal final, estas irregularidad tomaron trascendencia recientemente. En esa oportunidad, apuntó que Mangione hizo referencia a esta situación en diversos medios de comunicación provinciales. Incluso, aludió que la intervención judicial en este caso se llevó a cabo a causa de la gravedad de las acusaciones que había efectuado el gerente general. Precisamente, recalcó que el dirigente había calificado a esta situación como «un apriete».
En esa línea, Simesen de Bielke mencionó que Mangione había vinculado a la entrega de carne en mal estado con una deuda que el hospital mantiene con la empresa proveedora. Asimismo, agregó que el especialista había remarcado que la tensión se incrementó después de que el frigorífico se negara a recibir cheques para cancelar los compromisos económicos. Sin embargo, llamativamente el directivo no optó concurrir a la Justicia para denunciar este episodio.
Durante las próximas semanas, la investigación apuntará a esclarecer las acciones que efectuaron los responsables del Frigorífico C.I.A.C.S.A (Frigorífico Brunetti). Según expuso Mangione, dos meses atrás la institución sanitaria recibió cerca de 300 kilos de carne de cerdo, pollo y vaca en estado de putrefacción. Asimismo, añadió que los profesionales de Bromatología posteriormente comprobaron que estos productos estaban en mal estado.