(Por María Isabel Santiago De Nocetti) – Vivo en El Tipal desde hace 22 años. Cuando mi marido y yo compramos aquí, construimos la casa de nuestros sueños, creyendo los que nos vendían: lotes grandes , vivir en el campo, pero con mucha seguridad . Con el tiempo resultó todo lo contrario. Cambiaron el reglamento, los lotes eran cada vez más chicos, se transformó en una mini ciudad con muchísimos más gastos en infraestructura por la cantidad de gente y pagando en vez de menos expensas a medida que se vendían los terrenos , cada vez más , más y más .
Al aspecto económico, se agregó la falta de libertad , a tal punto que ya no me siento dueña de mi propia casa . Amo los animales y teniendo un terreno grande digitan qué raza de perro tener . Como el mío es un animal de gran porte , lo tengo que sacar , no importa que sea más bueno que el pan , y esté atado a un cable San Martín , está en la lista arbitraria de perros potencialmente peligrosos que la comisión redactó .
Perros potencialmente peligrosos abundan en El Tipal , cómo ser mastines , dogo de burdeos , bull terriers , ovejeros . Argumenta que no lo pueden sacar por qué están desde antes que se dictara el nuevo reglamento . Este reglamento es del 2005 . Algo especial debe tener el aire del Tipal para que estos animales vivan tanto!!
Tuve una entrevista con la comisión directiva que amablemente me escucharon pero a mi perro lo tengo que sacar al término de 10 días . Fueron muy amables por qué el plazo era de 72 horas. Ante mi pregunta sobre qué hago con mi mascota , el administrador contestó : “véndalo“ .
Presenté un uniforme de la doctora que atiende a uno de mis hijos por problemas de depresión . Mi hijo formó un vínculo emocional muy fuerte con este perro, está demás decir las consecuencias de que lo alejen para siempre de él. Ni hablar de mi nieto que con la inocencia de sus 9 años aún no entiende de injusticias ni arbitrariedades .
Cómo es un barrio “ feliz “ nunca pasa nada , tengo gente de seguridad patrullando todo el día para chequear si saqué al perro . Ni siquiera hubo tanto control como cuando unos adolescentes “felices “ del Tipal hicieron destrozos en una obra en construcción . Los Papis pagaron y acá no pasó nada.
*Un Mundo Feliz por la novela de Aldous huxley.
Firma : María Isabel Santiago De Nocetti
