SALTA (Redacción) – En el marco de la pandemia, la crisis sanitaria, social y económica se acentúa en nuestra Provincia al igual que en el resto del país. Cada vez son más quienes no tienen cubiertas sus necesidades básicas como el acceso al agua, el alimento y ni hablar de la educación o una vivienda digna. Lo cierto es que ante esta postergación, hay quienes apuestan a la solidaridad como un pilar de construcción de bienestar compartido.
Recientemente, el Concejo Deliberante capitalino aprobó una ordenanza para poner en marcha un centro de producción de verduras. El mismo prevé abastecer a los 400 centros que brindan asistencia alimentaria a las personas más vulnerables de la ciudad. Estas huertas comunitarias municipales buscan dar respuesta a la gran demanda.
El autor del proyecto, el concejal Abel Moya, hizo notar que en la ciudad de Salta hay 250 mil personas dentro de la línea de pobreza. En esta franja, explicó hay 30 mil que no tienen ningún tipo de ingresos para poder solventar su dieta diaria. Por ello, resulta tan importante cuando la voluntad toma la posta. Como dicen, la unión hace la fuerza.
Un plato de comida como acto de amor
Por este motivo, trabajadores de la gastronomía salteña, un sector golpeado, se unieron para hacer lo que mejor saben para los que menos tienen: ricos platos de comida. Los mismos preparan platos típicos de restaurantes para la gente que asiste a los comedores y merenderos de los barrios capitalinos. En cada propuesta buscan darle un aporte nutricional a quienes más lo necesitan.
De esta manera llevan a los barrios alimentos propios de una carta de restaurante de acuerdo a las necesidades nutricionales del barrio. Luego, reparten una vez por semana a los vecinos y a las propias cocineras de los comedores. De esta manera, ellas tienen un día de descanso y merecido agasajo. Martín Aisama, uno de los impulsores contó que iniciaron cuatro, ahora son ocho chefs los que cocinan.
Si bien la capacidad operativa fue pensada para cien personas, la necesidad fue mucho más allá y ya debieron preparar alimentos para 250 personas. Antes de cocinar, los chefs solidarios se reúnen con las encargadas de comedores barriales para conocer las necesidades y lo que vienen comiendo, para preparar algo sustancioso y distinto. Pero ahora, para que puedan continuar con el proyecto, necesitan la donación de los salteños a través de su página de Facebook. En este sitio, cada semana previo a la preparación de la comida, se publican los ingredientes que se necesitan.