SALTA (Redacción) – La situación de la comunidad wichí de Santa Victoria Este continúa en estado de emergencia durante este contexto de pandemia. A pesar de los constantes pedidos y reclamos, el Gobierno de Salta no dio respuesta a su pedido de ayuda y siguen en crisis. Ante el abandono del Estado salteño, solicitaron ayuda al ministro de Salud de la Nación para poner hospitales de campaña, ya que se registran muchos casos en la localidad.
El referente de la comunidad, Abel Mendoza, declaró ante canal 9 que él mismo tuvo coronavirus y que hay muchas personas infectadas allí. Además, el pedido a la Nación es para paliar la crisis sanitaria por la que atraviesan, ya que no cuentan con los recursos necesarios para atender a las personas en sus hospitales. «Estamos pasando momentos muy difíciles», declaró el cacique.
A su vez, Abel aprovechó para denunciar que la crisis que se vive en esa comunidad no es una problemática actual. En ese sentido, sostuvo que desde antes que venga el virus, los «estaba matando de hambre». Asimismo, aprovechó para denunciar que 30 niños de la comunidad wichí fallecieron por desnutrición. Otro problema que dio a conocer durante la entrevista, fue la escasez de agua, lo cual quedó en una promesa por parte de algunos sectores.
Abandono de los pueblos originarios
Durante la entrevista, el cacique sostuvo que existen un abandono por parte del Gobierno a los pueblos originarios. Al respecto, sostuvo que no hay controles en la ruta y que el ministro de Salud no ayuda a esas comunidades, quienes limitan con Bolivia y Paraguay, lo cual representa una gran peligro. Por otro lado, negó las acusaciones de la ministra de Salud sobre que en esta localidad no querían acceder a los profesionales para su control.
En cuanto a sus reclamos, sostuvo que saben que es un delito grande tomar las instituciones municipales, pero no les queda de otra porque no los escuchan. «Aquí estamos pasando hambre, hay escasez de agua y no tenemos médicos que estén atendiendo a los pobladores», declaró Abel Mendoza. Y sentenció: «Estamos muy preocupados porque acá es tierra de nadie y nos faltan muchísimas cosas. Estoy muy resentido con las autoridades sanitarias».