SALTA (Redacción) – De manera cíclica, los salteños se encuentran con la misma postal antes, durante y después de la pandemia. Los asentamientos, síntoma de una materia pendiente históricamente postergada producto del déficit habitacional, continúan siendo parte de la agenda. Sin respuesta ni soluciones integradoras, el reclamo constante se vuelve una práctica recurrente.
En este sentido, desde temprano en la mañana se advertía el clima turbio. Finalmente, sucedió. Los salteños del asentamiento Parque La Vega, que son parte de cientos de familias hacinadas allí, decidieron cortar las calles del centro. El objetivo es dirigirse hacia el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV).
La crónica de la decadencia
Todo comenzó en la rotonda de Limache donde se apostaron para tomar la zona y cortar el tránsito en plena avenida Paraguay hasta cercanías a Villa Palacios. Esto motivó un gran caos vehicular en la zona lo que además, exacerbó el malestar de los conductores que se vieron obligados retardar su agenda de trabajo y tomar otros tramos para poder continuar.
El corte, la protesta y la quema de cubiertas, hizo que efectivos de seguridad y tránsito desviaran el tránsito hacia el corsódromo. ¿Quién tiene razón? ¿Quién tiene la culpa? ¿Qué se debe hacer? Tantas interrogantes sin respuesta en una provincia, y por qué no, un país que se vuelve testigo de la decadencia, la precarización y la postergación. Problemas que hoy se potencian como resultado de la crisis durante la pandemia.
Así las cosas es imposible transitar por toda la zona sur para los que vienen por la Avenida Paraguay, por la Ruta 51 desde San Luis, y para los que llegan por la Tavella. Mientras tanto, la demanda es la asistencia habitacional con viviendas para las familias, que según explicaron “no quieren nada gratis”. Cabe recordar que no es la primera vez, ya que a pesar de que se les prometieron mesas de diálogo y soluciones práctica, aún siguen asentados en terrenos colindantes al barrio Parque La Vega, rodeados por vallados y controlados por la fuerza de seguridad que les prohíben construir dentro.