SALTA (Redacción) – En medio de la pandemia, diferentes protestas dejaron expuestas las falencias, irregularidades y fisuras que caracterizan al sistema en materia de condiciones económicas y laborales. En este sentido, trabajadores del Ministerio de Desarrollo Social realizaron quejas recurrentes en reclamo por la precarización laboral, la nula equiparación salarial y la falta de respeto hacia sus derechos.
Algunas trabajadoras explicaron ganan $14000 y aseguran que no les quieren aumentar ni contratarlas desde el Ministerio a cargo de la ministra Verónica Figueroa. “Somos esenciales y el 45 % esta precarizado”, subrayan buena parte de las voces; trabajadores que se hicieron eco de este reclamo generalizado y que a la fecha no encuentran respuestas ni contención por parte del Estado.
Como trabajadores de desarrollo social, los mismos se encargan de acompañar a niños jóvenes y adultos, los cuales están alojados en centros de inclusión transitorios, en residencias y pequeños hogares. Los mismos advierten que no cuentan con garantías por parte de la ART, ni recursos ni designación. A ello, le suman la falta de seguros y de obra social. De hecho, advierten que llevan cuatro años precarizados.
«Los derechos de la niñez necesitan trabajadores con derechos”
En este sentido, reclaman dignidad, derechos y responsabilidad por parte de las autoridades. “Exigimos respeto y condiciones dignas de trabajo; exigimos respeto de nuestros haberes salariales”, señalan. De esta manera, luchan en contra de la precarización laboral, las amenazas y el destrato. En pos de una estabilidad, reclaman que el Estado les pague las horas trabajadas y no un proporcional. “No aceptamos sus imposiciones”, agregaron.
Los trabajadores entienden que se les debe garantizar un derecho al salario digno. Lo más importante, advierten que: “los derechos de la niñez necesitan trabajadores con derechos”. Así las cosas, la cartera de Desarrollo Social se gana el repudio de los trabajadores y la ministra Figueroa es el blanco de las críticas y reclamos de aquellos que a pesar de las condiciones, continúan poniéndole el pecho a las demandas de la comunidad.