SOCIEDAD

Dos rugbiers detenidos por propiciarle una brutal golpiza a un joven de 23 años

Los deportistas acusados se entregaron a la Justicia luego de estar cuatro días prófugos.

SALTA (Redacción) – Una denuncia por una brutal golpiza puso en la mira nuevamente a «la familia del rugby». En esta oportunidad, el incidente ocurrió en la localidad bonaerense de Claromecó el pasado 27 de diciembre. Allí, dos rugbiers atacaron a un joven de 23 años, dejándole fracturas en el rostro y heridas en un ojo. Luego de 4 días de intensa búsqueda, los acusados se entregaron a la Justicia.

Según fuentes policiales, identificaron a los acusados como los hermanos mellizos Felipe y Lucio Cozzi, de 31 años. Tras tomar conocimiento sobre el hecho, la Policía comenzó a buscarlo intensamente y recién el día de hoy pudo arrestarlos, luego de que ambos se entregaron en la Seccional de Tres Arroyos, acompañados de su abogado.

Las fuentes informaron que durante la fiesta, los hermanos Di Francesco recogían restos de basura que quedaron en el lugar, cuando comenzó la discusión con los Cozzi. En el marco de esos entredichos, los jugadores le propiciaron una brutal golpiza a Felipe, causándole heridas graves y dejándolo inconsciente en el piso. En ese momento, los acusados se dieron a la fuga, mientras que al joven golpeado tuvieron que trasladarlo al hospital.

Ambos rugbiers quedaron a disposición de la Justicia, que los buscaba como  sospechosos del ataque cometido el 27 de diciembre contra Felipe Di Francesco, joven estudiante de abogacía de la localidad de Tres Arroyos. De acuerdo a la denuncia, el hecho sucedió mientras se desarrollaba una fiesta clandestina en la localidad bonaerense anteriormente nombrada.

La entrega

Tras el incidente, la Policía comenzó a buscar a los hermanos rugbiers, pero recién este jueves, luego de 4 días, pudieron concretar la detención. Ambos quedaron bajo disposición de la fiscal de Tres Arroyos Natalia Ramos, quien los indagará durante la jornada. Mientras tanto, el joven golpeado ya se encuentra en casa, pero con heridas que todavía lo condicionan para hacer su vida normalmente.

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