SALTA (Redacción) – El desembarco de Uber en Salta encendió una gran polémica entre el Gobierno y los taxis y remises. Los trabajadores de este sector recalcaron que si la aplicación funcionaba en la provincia, significaría una gran pérdida de trabajo para ellos. Ante esta situación, la AMT decidió prohibir el funcionamiento de la misma, pero la empresa continuó trabajando de manera ilegal.
El presidente de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT), Marcelo Ferraris, recordó mediante una entrevista radial que la aplicación continúa prohibida en la provincia. Pese a esta decisión, Uber desarrollaba sus servicios de forma ilegal, por lo que procedieron a secuestrar sus vehículos. Una gran cantidad de automóviles quedaron a disposición de la Justicia y los choferes recibieron importantes multas económicas.
Según detalló, hubo aproximadamente 25 vehículos detenidos y sus conductores tuvieron que pagar una multa de hasta 70.000 pesos. Uno de ellos continúo trabajando a pesar de las infracciones, por lo que su sanción escaló hasta los 140.000 pesos. Para evitar que este tipo de situaciones vuelvan a ocurrir, Ferraris adelantó que incrementarán los controles en las calles de toda la provincia.
El presidente de la AMT contó que los inspectores de calle están entrenados para detectar vehículos ilegales, lo cual les permite identificar rápidamente a aquellos que trabajan para Uber. De acuerdo a sus declaraciones, cada vez son menos los propietarios que se suman a la aplicación. Esto se debe a que se comenzó a correr la voz sobre los controles y las sanciones económicas.
Irregularidades de la empresa
Marcelo Ferraris recalcó que la empresa no brinda ningún tipo de asistencia a sus trabajadores cuando la Autoridad Metropolitana secuestra sus vehículos. Los conductores no reciben ayuda legal ni económica, ya que no existe un representante de la empresa multinacional con quien hablar de forma directa. «A estas empresas solo les importa la recaudación», manifestó.