SALTA (Redacción) – El pasado lunes 29 de marzo, el gobernador Gustavo Sáenz estuvo realizando la entrega de 83 viviendas en Bº Pereyra Rozas al norte de la Ciudad de Salta, donde no solo felicitó a los beneficiarios «por cumplir el sueño de la casa propia», sino que también hizo un llamado de atención a los beneficiarios del IPV para que paguen sus cuotas y así otros pueden cumplir el mismo sueño, ya que cerca de la mitad de los adjudicatarios, no pagan los importes.
Según estadísticas obtenidas del IPV realizadas en diciembre del 2020, por la pandemia, el atraso en el pago de las cuotas pasó del 40% al 47%. Esta alta morosidad que existe inquieta al Gobierno provincial porque manifiestan que es un sistema solidario donde la construcción de viviendas depende de los aportes que ingresan a través del pago de las cuotas. “El nivel de morosidad es de un 47%. Estamos trabajando con nuestro sector financiero para ver cómo hacemos para que cumplan con sus cuotas. Entiendo totalmente la situación que vivimos todos, pero el beneficiario tiene que saber que esto es un aporte totalmente solidario. Nosotros hemos actualizado en diciembre y a partir de ahí se me generó unos siete puntos de mora más, que estamos trabajando para ver cómo lo modificamos”, declaraba Gustavo Carrizo, actual presidente del IPV.
Así mismo, el titular de la cartera explicaba que están trabajando en el sector financiero para ver cómo coartar esa mora que se nos generó en estos meses. “Estamos convencidos que pasa por la concientización. Hay que concientizar al beneficiario que mientras ellos abonen su casa y en forma solidaria va a repercutir en nuevas viviendas. Vamos a iniciar un trabajo al respecto. Pero si nos preocupa totalmente porque de eso de eso depende la continuidad de la construcción de la vivienda”, remarcó Carrizo.
Por otro lado, cabe recordar que las cuotas desde el año 2018, se actualizan cada seis meses y bajo el índice de coeficiente salarial y desde esa fecha para atrás no existe ninguna modificación. “Hoy existen beneficiarios que pagan cuotas menores a los 1.000 pesos. La cuota depende del programa con el que se haya construido la vivienda, pero la última cuota que tiene el IPV, que es la más elevada, son las de Pereyra Rozas que rondan los 10.500 pesos”, anunciaba el titular del organismo. Así también, Carrizo explicaba que “no hay sistema de construcción que aguante sin ingreso de plata. Nosotros siempre decimos que esto tiene un fin totalmente solidario, distinto al programa Procrear donde ya hay una parte financiera. Nosotros acá somos totalmente solidarios, por eso Salta ya adhirió al Fondo Solidario de Vivienda, donde se va a afectar hasta un 25% de los ingresos de los futuros beneficiarios. Lo que se busca en un círculo virtuoso, para que después ese mismo dinero que ingresa por el aporte se reinyecta en nuevas viviendas”.
Un tema relevante y que hoy es de suma importancia es el déficit habitacional que existe en la provincia. Recordemos que hasta hace muy poco, en la Capital hubo asentamientos por varios meses que solicitaban respuestas por parte del estado, justamente por falta de vivienda. En este caso, el presidente del IPV manifestó que ronda en las 50.000 viviendas en toda la provincia, el déficit y que el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de Salta (Cucis), afirman que desde 2010 la provincia tiene de arrastre unas 90.000 viviendas. “Lo que nosotros tenemos acá registrados son alrededor de 20.000 carpetas de las cuales no están todas actualizadas, las actualizadas deben ser unos 11.000. Los que se inscribieron en el Plan Mi Lote superan los 20.000 a nivel provincial así que el déficit habitacional debe rondar en las 50.000 viviendas”, afirmó el titular del IPV. Y agregó: “Para evitar esa gran diferencia entre la oferta y la demanda es que la política habitacional tiene que mantenerse en el tiempo”.
