SALTA (Redacción) – La polémica está a la orden del día en Tartagal. Es que, Paola Alejandra Díaz, la edil que fue imputada por el desvío de donaciones para los Wichis, fue elegida como vicepresidenta segunda del Concejo Delibertante de esta localidad. La concejal rompió el silencio y acrecentó el escándalo en la localidad del norte salteño.
Es que Paola Alejandra Díaz le agradeció a sus pares el recibimiento tras volver al recinto luego de haber estado bajo prisión domiciliaria. “El agradecimiento es hacia mis pares, no solo los que mi bancada que me dieron un cálido recibimiento y todo su apoyo, sino a todos”, expresó la edil que sigue imputada por el desvío de donaciones.
Por otro lado, confesó en diálogo con medios locales que no esperaba ese recibimiento. «La verdad que tuve un recibimiento por parte de los concejales que no me lo esperaba y no solo los oficialistas sino de todos mis compañeros en general; todos se solidarizaron por el accidente que tuvo mi hija; quiero agradecerle a toda la ciudadanía porque hemos pasado momentos terribles», señaló la vicepresidenta segunda del Concejo Deliberante de Tartagal.
Es que mientras se dictaba su prisión domiciliaria, la hija de la edil sufrió un accidente automovilístico. Es por eso que la concejal de Tartagal recibió el beneficio de la prisión domiciliaria luego de permanecer durante unos días en la dependencia judicial. Posteriormente, fue eximida de prisión lo que finalmente generó su vuelta al recinto.
Más allá de los agradecimientos, Paola Alejandra Díaz, que fue acusada por su hermana mayor por el desvío de donaciones y que permanece imputada junto a Rosa Díaz-su otra hermana- evitó hablar del escándalo. «Confiemos en la justicia y seguramente pronto vamos a tener todas las respuestas que ustedes necesitan. Para hablar de eso es mejor que se le consulte a mis abogados y al abogado de la señora que me denunció”, concluyó.