SALTA (Redacción) – La continuidad de clases presenciales en Salta causó gran controversia en el sector educativo provincial. Muchos docentes señalaron que se trata de una actividad que representa riesgos tanto para los educadores como para los alumnos por la falta de vacunas. Y con respecto al sistema de burbujas, señalaron que es una estrategia que no está funcionando porque los alumnos faltan.
Mediante una entrevista radial, la docente de nivel secundario, Mariela G. apuntó contra el sistema de burbujas y señaló que es algo que no está funcionando. Según explicó, no funciona el sistema porque muchos alumnos no asisten a clases cuando les corresponde. Esto provoca un retraso en los contenidos brindados en el ciclo lectivo y perjudica al mismo alumno y atrasa al educador.
«Tengo 34 alumnos y se armaron tres burbujas, van 12 en una semana y los demás tienen que estar conectados por internet. Estos últimos están conectados porque tienen internet y pueden acceder, pero en el curso puedo llegar a tener seis alumnos presenciales y cuatro en internet mientras que el resto, no está presente”, contó. Para la docente, los chicos no asisten a clases presenciales o no se conectan por decisión de los padres.
”Muchos dijeron que no tienen acceso a la virtualidad pero en esos casos van todos los días a la escuela. Sin embargo, los que sí tienen el acceso, a veces no llegan, no están y en la primaria sucede algo similar”, sostuvo. Mariela concluyó que esto tiene que ver con una cuestión de disciplina de parte de los padres. Es decir, no les enseñan a los hijos que de 8 a 12 tienen que estar conectados y prender la cámara para verles la cara.
Mala disciplina de los padres
La docente argumentó que el sistema de burbujas en Salta seguirá sin funcionar porque muchos padres dejan que los hijos hagan lo que quieran. «No tenemos la disciplina para estudiar y el tema de la virtualidad llegó para quedarse por lo que se tienen que acostumbrar”, añadió. Para finalizar, expresó que este año tampoco van a llegar al objetivo planteado por el Ministerio de Educación por el desgano de los alumnos y el desgaste de los educadores por tener que lidiar con las clases presenciales y la virtualidad.