SALTA (Redacción) – Las medidas frente a la aparición de nuevas cepas de coronavirus comenzaron a aplicarse a lo largo de todo el territorio nacional. Salta se encuentra entre las jurisdicciones que dispondrán este tipo de restricciones para evitar otra complicación epidemiológica. En este marco, hoy se puso en vigencia una normativa que establece que quienes vuelvan desde el exterior a la provincia, deberán pagar su propio hotel para hacer el aislamiento obligatorio.
A partir del jueves 1 de julio, quienes regresen del exterior deberán cumplir con un aislamiento obligatorio. Dicha cuarentena será de siete días, se realizará en los hoteles de la provincia de Salta y los cargos correrán por parte del viajante. La disposición se aprobó en concordancia a los términos dispuestos por la Decisión Administrativa Nº 643/2021 de la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación.
Además, la normativa dispone que sea la la Central operativa de Control y Seguimiento COVID-19 (COCS) quien controle cada caso en particular. Los agentes sanitarios pertenecientes a esta entidad serán quienes dispondrán la finalización de esta cuarentena. También se encargarán de controlar que los espacios físicos que funcionen como centros de aislamiento, cuenten con los protocolos correspondientes.
En cuanto a los controles, se establece que la Policía de Seguridad Aeroportuaria, así como la Policía de Seguridad Provincial, los lleven a cabo. Estos, a su vez, contarán con la ayuda del COCS para realizar los controles de los requisitos de ingreso a territorio argentino desde el exterior. Esta medida tendrá vigencia en la provincia de Salta hasta el próximo 31 de agosto del corriente año.
Nuevas cepas y cierre de fronteras
Desde el Gobierno nacional explicaron que el cierre de fronteras está estrictamente relacionado a la aparición de nuevas mutaciones del virus. Específicamente, el miedo está en la llegada de la variante Delta, la cual es mucho más contagiosa que la versión original. Por este motivo, decidieron reforzar los controles fronterizos para evitar una posible propagación que lleve a la tercera ola.