SOCIEDAD

Preocupación en Santa Victoria Este: el río Pilcomayo sigue creciendo

Aún no se inundó Santa Victoria pero si las lluvias siguen es probable que se vea desbordada. Monte Carlo, a 30 km, si terminó inundándose.

Santa Victoria del Este

SALTA (Redacción) – Después de la sequía y la falta de lluvia cuando llegó lo hizo con muchísimas ganas y esto ahora empieza a tener sus consecuencias en la crecida de los ríos de Salta. El Río Pilcomayo no ha dejado de subir desde hace un poco más de una semana y en la zona de Santa Victoria Este viene generando muchísima preocupación ya que apenas puede seguir aguantando el acechó del agua.

Que el Río Pilcomayo siga subiendo no es nada bueno para quienes viven cerca del mismo y los pobladores de Santa Victoria Este siguen luchando para que las barreras de contención no cedan. Estos son mejores conocidos como anillos que sirven para contener la subida de los ríos cuando la cuenca alta recibe mucha agua producto de intensas y largas lluvias.

Desgraciadamente, estas defensas fueron montadas por los vecinos y comenzaron a ceder en lugares cercanos a Santa Victoria como es Monte Carmelo, que está ubicada a 30 km de distancia. Aquí, los pobladores tuvieron que reforzar el trabajo manual para asegurar provisoriamente las defensas y que han cortado el paso producto de la fuerte suba del Río Pilcomayo, alertando a las familias que allí viven.

De acuerdo a lo que viene indicando el Servicio Metereológico Nacional sobre las lluvias y crecidas de los ríos, los vecinos no son para nada optimista ya que advierten que el Río Pilcomayo sigue creciendo y que no se podrá aguantar mucho más tiempo con las defensas y los anillos existentes. Ante esta preocupación piden medidas urgentes y concretas de contención para reducir los daños ante una hipotética inundación.

Contradictoriamente a lo manifestado por funcionarios de Gustavo Sáenz, quienes dijeron tener la situación controlada, la verdad es que el agua no cede y se esperan más precipitaciones. «El gobierno provincial dice que tiene controlada la situación, pero la realidad es que necesitamos máquinas para trabajar con mayor efectividad y evitar que el agua avance», advirtieron los vecinos.

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