SALTA (Redacción) – La condena a cuatro años y medio de prisión para Gustavo Zanchetta dejó un sabor agridulce para las familias de los seminaristas abusados por el exObispo de Orán. Es que por un lado, finalmente lograron la condena contra un hombre estrechamente ligado con el Papa Francisco, pero por otro el clérigo logró una pena sumamente baja.
Soledad Filtrin, una de las fiscales que participó del caso Gustavo Zanchetta, justificó la pena que recibió el sacerdote. “El pedido de pena se hizo en base a los parámetros legales que tenemos. Se habló siempre que era una pena que oscilaba entre 3 a 10 años. El agravamiento de la pena es por el cargo que ostentaba esta persona, y valiéndose de ese cargo desplegaba estos abuso”, explicó.
“En los alegatos se dieron razones, apelamos a la ley, se dieron explicaciones suficientes de qué es lo que hay que tener en cuenta para subir o bajar la escala penal. Es adecuada a las conductas de lo que se le atribuyó y se pudo comprobar, que fueron abusos simples”, sostuvo Soledad Filtrin que intervino de oficio en 2019 a raíz de una denuncia periodística.
Por otro lado, se refirió al rol que tuvo la Iglesia Católica en el juicio que, una vez que se hizo pública la denuncia contra Gustavo Zanchetta, derivó al exObispo de Orán a El Vaticano. “La Iglesia colaboró en cuanto a los oficios que se le pidió como nómina de seminaristas o información en cuanto a Zanchetta y para la reconstrucción de los hechos en la casa del obispo, el seminario y la parroquia se pusieron a disposición”, señaló.
Asimismo aseguró que se envió documentación parcial desde la Iglesia durante el juicio a Gustavo Zanchetta. “No arribó el expediente canónico que se solicitó como prueba documental, lo que arribó es una documentación que aportó la defensa, que eran copias de unas declaraciones que formaban parte de un expediente oficial canónico”, sentenció Soledad Filtrin.
