SALTA (Redacción) – El hospital de Salud Mental Miguel Ragone quedó en el ojo de la tormenta. Es que los empleados del nosocomio denunciaron la precaria situación edilicia que atraviesa el hospital. Sumado a esto el propio ministro de salud reconoció qué el funcionamiento de este nosocomio tal y como se concibió no seguirá en el mediano plazo.
En este contexto, los trabajadores volvieron a denunciar sería fallas edilicias que afectan tanto su actividad como a los pacientes. Julio Cesar Quispe, delegado de ATE, se refirió a las constantes denuncias de los empleados del hospital. “En este momento estamos por ejemplo sin agua, viene una cisterna de Aguas del Norte tres veces al día trayendo agua, la bomba del hospital no funciona”, señaló.
La falta de agua, que está en el presupuesto de 79 millones de pesos anunciado por el gobierno provincial, no es el único problema de los empleados del hospital Miguel Ragone. Según el delegado gremial de ATE, la situación Es delicada en todos los ámbitos del nosocomio. «Hay enfermeros que tienen que calentar agua para poder bañar a los pacientes, a veces hay que calentar agua en una olla”, maniestó.
El delegado de ATE sostuvo qué existe falta de insumos para la ropa de los pacientes internados o los colchones donde duermen o la rotura de elementos como la secadora del lavadero o las estufas de las salas de estar que no funcionan. Julio César Quispe aseguro que las dificultades para trabajar complican a los pacientes internados en el Hospital de Salud Mental.
Las obras incumplidas
Por otro lado aseguro que las promesas de obras tienen un largo periodo pero que por el momento ninguno ha sido cumplida. “Desde la época del ministro Roque Mascarello que se hicieron denuncias y siempre decían que ya ya se aprueba la partida presupuestaria. Pero hasta ahora no tenemos ninguna respuesta concreta de nada”, concluyó Quispe qué se mostró preocupado por la situación del hospital Miguel Ragone.