SOCIEDAD

Estado ausente y muertes evitables: falleció otra beba wichí por desnutrición infantil

Una niña de 2 años falleció en el norte salteño por un grado de desnutrición crónica. En el Hospital San Roque faltaban materiales para su atención.

Desnutrición en Salta.

SALTA (Redacción) – Otra vez la decidía, la ausencia del Estado y la falta de empatia con los más humildes. Nuevamente, miembros de las comunidad Wichí sufren una pérdida garrafal de una pequeña beba que muere por desnutrición en Salta. Esta vez fue en el norte de la Provincia en la Misión Algarrobito en el Departamento San Martín.

Griselda Tejerina Pérez era el nombre de la niña y tenía tan solo dos añitos de vida. Eso fue el tiempo que vivió por culpa de los problemas de desnutrición que existe en la Provincia y que los políticos desoyen. O lo oyen, si; pero prefieren mirar para otro lado. A todo esto se suma que en el Hospital de Embarcación faltan suplementos alimentarios como leche y que debería destinarse a los más pequeños de todos. Otro dato desgarrador es que la beba Wichí fallecida fue envuelta en sábanas y su cajón fue trasladado en un camión de residuos del pueblo. Prácticamente: la trataron como un basura a lo que es una vida humana que se perdió por ineficacia y falta de políticas públicas.

Griselda tenía un grave cuadro de desnutrición crónica, al igual que a otros muchos niños de estas comunidades. El domingo cuando se durmió lo hizo para no volver a levantarse nunca más y falleció. Ante este complicado estado de salud, se suma otro grave dato y es que se registró su deceso como «muerte súbita«. Pero desde el nosocomio confirmaron el bajo peso de la niña y el mal estado de salud.

Muerte infantil y un velatorio precario

A su vez, se pudo conocer que la beba Wichí recibió un humilde velatorio donde sus padres pudieron despedirse de ella. El cuerpo de la niña estaba envuelto entre sabanas y cartones pero lo más repudiable fue la «ayuda» del intendente Carlos Funes. Es que el intendente hizo llegar a El Algarrobito un pequeño ataud para trasladarla y un camión con acoplado de los que se usa para recolectar basura.

A pocas palabras, buen entendedor. No salta es la falta de políticas públicas para combatir la desnutrición sino también la indiferencia política y social de los gobernantes. A los bellos discursos de reclamo para que reconozcan al norte del país, lo mismo deberían hacer pero con el norte provincial. Para calmo, el insólito argumento por el cual no se entrega leche en los centros sanitarios sería porque esperan que con la Asignación Universal por Hijo (AUH) cada padre se haga responsable de la compra de un alimento fundamental para el desarrollo. Esto ocurre cuando nuestros dirigentes viven en un mundo paralelo y distanciado de lo que ocurre diariamente de los problemas cotidianos.

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