SOCIEDAD

Mario Antonio Cargnello dio el vía crucis: «tiene que haber un motivo, algo de adentro que te transforme»

El monseñor llamó a los creyentes a vivir la Semana Santa a base de sacrificio, amor y transformación interior.

Mario Antonio Cargnello

SALTA (Redacción) – Estamos entrando ya en la etapa final de la semana santa, celebración global por el cristianismo. En Salta quien se encargó de dar el vía crucis fue el monseñor Mario Antonio Cargnello que llamó a los fieles a no dejar de creer ni de hacer el bien. La misa se realizó en el Cerro San Bernardo y el lema central fue «Abrazados a tu Cruz, caminemos en el Amor».

Antes que nada, el obispo llamó a los cristianos a volver su rostro a Dios, el rostro humano de Jesús. Sobre todas las cosas convocó a los creyentes a no atarse a falsos dioses ni apegarse a ellos. «Cuando creo que mi dios es la guita, tarde o temprano me doy cuenta que la guita no tiene rostro porque es impiadosa», sostuvo el monseñor Cargnello. La misma relación halló en lo que respecta a la fama y el poder.

Por su parte, resaltó la importancia de ayudar al prójimo sin esperar nada de cambio más allá del propio acto cristiano. «Todo pasa», sostuvo Cargnello dando a entender que cada situación compleja que se atraviese en la vida es una etapa y que luego se la podrá superar. También alentó a quienes reciben ayuda a trabajar, ahorrar, salvar su familia y hacer sacrificios para lograr aquello que se desea.

«No le haga asco al sacrificio, tiene que haber un motivo, algo de adentro que te transforme«, sostuvo Cargnello. De esta manera, convocó a los fieles a seguir creyendo y transformando su vida a través de esta misma creencia. Las palabras del monseñor fueron dirigida a los adolescentes que escucharon atentamente las palabras del experimentado religioso.

El monseñor pidió seguir apostando al amor

En este marco, el monseñor llamó a los creyentes a seguir apostando al amor y creyendo en Dios. Su discurso no cesó el pedido de trabajar y actuar pensando en los demás, ser misericordioso y bondadoso ante el dolor ajeno. Finalmente, Cargnello propuso que de esa manera se debe vivir sirviendo a Dios. «Vivamos la Semana Santa así», sentenció.

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