SALTA (Redacción) – El feroz ajuste implementado por el Gobierno de Javier Milei tuvo claros ganadores y perdedores. En este último espectro se encuentran las personas con discapacidad quienes viven una gran incertidumbre en general. Luis González, referente de de Padres TGD TEA Salta; manifestó su preocupación por lo que pueda venir en el próximo año.
Uno de los primeros aspectos que destacó en diálogo con Nuevo Diario fue la quita de pensiones no contributivas. A esto se suman las demoras de nombramientos docentes en el sector público al igual que la falta de presupuesto para terapias. En el caso de la discapacidad, manifestó que «las familias están alarmadas por las quitas masivas, ya que estas pensiones son esenciales para costear terapias y tratamientos».
Es que si uno observa los informes a nivel nacional se puede advertir que hubo una caída del 39% de los recursos asignados para el año 2025. Dicha resolución terminaría afectando a poco más de 177.000 beneficiarios en todo el país. Tampoco ayudan las obras sociales ya que muchos se quedaron sin cobertura o tienen que esperar hasta seis meses para poder acceder al sistema.
Un año crítico
Por otro lado, aclaró que esto está teniendo fuertísimas repercusiones. «El año es un desastre, se está produciendo un genocidio de las personas con discapacidad y de los jubilados, por lo que entendemos claramente que la casta somos nosotros», lamentó el referente de padres.
A su vez, mencionó un caso emblemático para explicar la gravedad referida al acceso a la educación. Para muchas familias es un dilema optar entre los colegios públicos y privados, mientras hay problema en el nombramiento de acompañamientos escolares. «El caso del arquero Rodrigo Rey refleja una realidad recurrente, donde niños y jóvenes con discapacidad no encuentran espacios inclusivos en el sistema educativo», detalló.
Finalmente, una de las cuestiones más alarmantes se vincula a la cuestión laboral. «Es inconcebible que en pleno 2024, personas con discapacidad sigan perdiendo sus pensiones al intentar conseguir trabajo. Esto no solo desincentiva la autonomía, sino que perpetúa la exclusión», señaló.