SALTA (Redacción) – A lo largo de este año Bolivia se convirtió en el principal chivo expiatorio. Primero por la atención sanitaria, también por la asistencia a complejos educativos y ahora por la pirotecnia que se utilizó en Navidad este 25 de diciembre. Quien sentó esta hipótesis fue Sebastián Rodríguez, director del Uso de Espacios Públicos de la Municipalidad de Salta.
En una entrevista con un medio local expresó su preocupación por la cantidad de explosivos que se utilizó. «Se realizó decomiso de muchos cohetes pero era por venta irregular, pero ninguno de impacto sonoro», detalló. La población reclama por mayor control ya que se espera que en Año Nuevo la cantidad de pirotecnia que se utilicen sea mayor.
Fueron varias las voces que se han expresado hasta el momento criticando por la falta de control. Es que la cantidad de explosivos que se tiraron esta Navidad fue algo inusual, en especial teniendo en cuenta que hay marcos normativos que establecen su prohibición.
Vendría de otro país
Rodríguez asegura que los controles fueron intensivos pero así y todo se terminó escuchando una gran cantidad de explosivos. También contó que la mayoría de la pirotecnia incautada «fueron comprados en las ferias como las de Perico y otras en mayoristas», indicó.
Finalmente, explicó que por más controles que realicen a los comercios, la Municipalidad no tiene jurisdicción sobre lo que hacen los consumidores, es decir; quienes compran la pirotecnia. A su vez, indicó que gran parte de los cohetes que se vendieron en Salta haya sido adquirida en la Feria Perico de Jujuy o haya sido importada desde Bolivia. «Escuché los rumores pero no lo podría asegurar ni mucho menos probar», concluyó.