SALTA (Ricardo Mena-Martínez Castro) – Se establece este día en homenaje a don Mariano Moreno y a la aparición de La Gaceta Mercantil un remoto 7 de junio de 1810. La personalidad de Moreno deja su sello inconfundible cuando desde el 25 de Mayo redactaba decretos, proyectaba obras y echaba los cimientos de una institución democrática que consideraba un apostolado.
El diario de su creación desde aquel 7 de junio de 1810, se materializó hasta 1821 con 541 números ordinarios y 240 extraordinarios. Su editor decía en el primer número: “El pueblo tiene derecho a saber sobre la conducta de sus representantes, y el honor de estos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran a aquellas reservas y misterios inventados por el poder para encubrir sus delitos (…) (…) ¿Por qué se ha de envolver la administración de la Junta en un caos impenetrable a todos los que no tuvieron parte en su formación? Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal con el título “La Gazeta de Buenos Ayres”. El primer número se imprimió en la imprenta de los niños expósitos, y en su cabecera figuraba un pensamiento del poeta Horacio escrito en latín que decía: “Rara felicidad la de los tiempos en que es permitido sentir lo que se quiere y decir lo que se siente”.
La técnica periodística ha recorrido un largo camino desde aquellos días, en consecuencia, quien se resuelve a dar los pasos para serlo, debe tener en cuenta los principios básicos o elementos claves para su comprensión, es decir las palabras que el periodista debe hacerse, siendo ellas: qué, quien, cuando, donde y porqué. También es necesario decirlo, quién abraza esta noble profesión debe al mismo tiempo simplificar y aclarar lo que está contando. Tampoco debe echarse al olvido el periodismo tradicional que ha cambiado permanentemente, pero su nacimiento fue la forma de contar historias ligadas a la realidad.
Tanto fue cambiando, que hoy se cuenta como importante y diríamos fundamental, el concepto moderno y básico del marketing.
Para dirigirse a la audiencia, en primer lugar, esta debe ser entendida, constituyendo la base para delinear la estrategia de contenidos, donde se aportan disímiles perspectivas y ángulos, a fin de mantener al lector interesado en las historias relatadas. También todo buen periodista debe ser veraz y creíble.
Son tantos los cuidados a considerar, que no pueden sintetizarse en el cubículo de una nota, pero de todos ellos sólo mencionaremos el hecho de estar informado, leyendo mucho.
Hablar de periodismo es también hablar de un grande en la materia como lo fuera Tomás Eloy Martínez, quien consideraba que, para un periodista, la profesión constituía un acto de servicio y que él magistralmente fusionara con la literatura, constituyendo de esta manera su marca personal.
Martínez consideraba su primera novela “Sagrado” como una falla, al combinar su faceta de escritor con la de periodista, pues aseveraba textualmente: “En la vida hay que armonizar todo lo que uno es en una sola senda”. Martínez supo entrelazar espléndidamente todo, haciendo del periodismo un género propio. Entre sus múltiples condecoraciones, aparte de sus libros consagrados internacionalmente, recibió el premio Ortega y Gasset a la Trayectoria Profesional en el 2009, premio al que no pudo asistir debido a la grave enfermedad que lo consumía, pero sí dejó unas palabras para eterna memoria de quienes quisieran seguir sus pasos: “Ser periodista es ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro, y a veces, también ser otro”. Fue considerado “maestro de reporteros” en los considerandos del premio, fundó diarios en su lugar de exilio, para ser considerado por García Márquez el mejor periodista de habla castellana. También reconoció con elogio el haber logrado hacer del periodismo un género literario.
Como corolario de esta nota de homenaje al periodismo, pensamos que, a partir de los dolorosos días iniciales, desde los legendarios linotipos, y las modestas salas de redacción hasta las fastuosas de hoy, todas han sido buriladas honradamente con el sudor de la frente de los soldados de la noticia, imbuidos de esa energía fecundante dada por la pasión insuperable de la crónica.
Sus libros y su trayectoria flotan y flotarán sobre el periodismo como una fresca inspiración sometida al respeto de los tiempos.
A continuación, exponemos el pensamiento vivo de Tomás Eloy Martínez y de Gabriel García Marquez, manifestado en sus célebres frases pues ambos constituyen preclaras insignias del periodismo latinoamericano.
De Tomás Eloy Martínez:
1) El único patrimonio del periodista es su buen nombre. Cada vez que se firma un artículo insuficiente o infiel a la propia conciencia, se pierde parte de ese patrimonio, o todo.
2) Hay que defender ante los editores el tiempo que cada quien necesita para escribir un buen texto y el espacio que necesita dentro de la publicación.
3) Una foto que sirve sólo como ilustración y no añade información alguna no pertenece al periodismo. Las fotos no son un complemento, sino noticias en sí mismas.
4) Hay que trabajar en equipo. Una redacción es un laboratorio en el que todos deben compartir sus hallazgos y sus fracasos, y en el que todos deben sentir que, lo que le sucede a uno les sucede a todos.
5) No hay que escribir una sola palabra de la que no se esté seguro, ni dar una sola información de la que no se tenga plena certeza.
6) Hay que trabajar con los archivos siempre a mano, verificando cada dato y estableciendo con claridad el sentido de cada palabra que se escribe.
7) Evitar el riesgo de servir como vehículo de los intereses de grupos públicos o privados. Un periodista que publica todos los boletines de prensa que le dan, sin verificarlos, debería cambiar de profesión y dedicarse a ser mensajero.
8) Hay que usar siempre un lenguaje claro, conciso y transparente. Por lo general, lo que se dice en diez palabras siempre se puede decir en nueve, o en siete.
9) Encontrar el eje y la cabeza de una noticia no es tarea fácil. Tampoco lo es narrar una noticia. Nunca hay que ponerse a narrar si no se está seguro de que se puede hacer con claridad, eficacia, y pensando en el interés de lector más que en el lucimiento propio.
10) Recordar siempre que el periodismo es, ante todo, un acto de servicio. Es ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, ser otro.
De Gabriel García Márquez:
“Aunque se sufra como un perro, no hay mejor oficio que el periodismo”
“El periodismo es una pasión insaciable que sólo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad”
“Los periodistas se han extraviado en el laberinto de una tecnología disparada sin control hacia el futuro”
“Actualmente las salas de redacción son laboratorios asépticos para navegantes solitarios, donde parece más fácil comunicarse con los fenómenos siderales que con el corazón de los lectores”
“La prisa y la restricción del espacio ha minimizado el reportaje, que siempre tuvimos como el género estrella”
“El empleo desaforado de comillas en declaraciones falsas o ciertas permite manipulaciones malignas y tergiversaciones venenosas que le dan a la noticia la magnitud de un arma mortal”
“La grabadora es la culpable de la magnificación viciosa de la entrevista”
“El infortunio de las facultades de comunicación es que enseñan muchas cosas útiles para el oficio, pero muy poco del oficio mismo”
“La ética debe acompañar siempre al periodismo, como el zumbido al moscardón”
“Como los periodistas sufríamos tanto, teníamos que emborracharnos todos los días”