SALTA (Redacción) – La actividad de los feriantes se vio muy complicada debido a las medidas sanitarias aplicadas por el Gobierno provincial en el marco de la pandemia. Sin embargo, después de varios idas y vueltas, aprobaron la reapertura de las ferias del Parque San Martín y muchos de ellos pudieron volver a sus trabajos. A pesar de esta medida, se presentó otra problemática: la imposibilidad de pagar los impuestos municipales.
La crisis económica producto de la pandemia afectó fuertemente a este sector. En primer lugar, los imposibilitó a trabajar durante un largo tiempo. Esto provocó que sus ingresos disminuyan de forma drástica. Luego, pudieron retomar sus trabajos, pero con muchas restricciones, las cuales no les permitía obtener las ganancias necesarias para mitigar las pérdidas anteriores. En ese sentido, explicaron que se les hace difícil pagar los pagos respectivos al municipio capitalino.
Otro problema presenta en las ferias tiene que ver con las instalaciones de agua, las cuales tienen que readecuarse para que las medidas sanitarias puedan llevarse de forma correcta. Para esto y para la higienización de los distintos sectores del parque, los feriantes piden colaboración al Gobierno para poder solucionar estos problemas y así no poner en riesgo a los trabajadores ni a las personas que asisten a estas ferias.
Reapertura y protocolos
La actividad de los feriantes se reanudó el pasado 29 de julio y para ello tuvieron que seguir un estricto protocolo sanitario. Según lo que indicaron las autoridades del Comité Operativo de Emergencia, las ferias estarían abierta, pero en horario corrido. Más precisamente desde las 9 de la mañana, hasta las 20 horas. Además, deberán respetar distanciamiento social entre puesteros y no sobrepasar una determinada cantidad de personas en el predio.
En ese sentido, el referente de los puestero, Carlos Godoy, aseguró que era necesario que vuelvan a trabajar, porque la situación se tornaba insostenible. “Ya no había recursos ni para pagar el canon exigido por la municipalidad”, sostuvo. Al respecto, agregó: «Yo tengo que pagar 3 mil a la municipalidad, después pagar rentas, AFIP y hay que hacer otras cosas para subsistir, porque si no abrís, no vendes».
