SALTA (Redacción) – La emergencia sociosanitaria que vive la Provincia genera varias problemáticas para miles de salteños y una de las más graves es la falta de agua potable. En este sentido, se conoció una insólita noticia de que las comunidades originarias de Tartagal deben pagar por el agua en la localidad. Además, denuncian que no reciben ninguna respuesta por parte de las autoridades municipales.
«La pandemia superó esta situación tan dolorosa»
Según informa el DDN, la referente y comunicadora de las comunidades originarias de Tartagal, Edith Martearena, reclamó que todavía algunos pueblos viven sin agua. Además, a través de la «FM La Voz Indígena» denunció que se lleva adelante la venta de agua a la comunidad Territorios Originarios Wichi, ubicada en la Ruta Nacional 86. En este sentido, relató que antes contaban con un caño de manera “ilegal” ante la falta de respuestas por parte de la empresa Aguas del Norte.
“Hoy, tanto en la ciudad como en las comunidades, el servicio es malísimo. Se agrava en la comunidades originarias porque ni siquiera se ha podido invertir en que coloquen el servicio, que aparte es un derecho”, manifestó la referente. Luego, puntualizó que los anuncios de pozos de aguas en el verano, tras las muertes por niños wichí, quedaron en la nada debido a la pandemia. Sobre esta problemática lamentó: “La pandemia superó todo, inclusive esta situación tan dolorosa para los pueblos”.
La denuncia sobre la falta de agua
Cabe señalar que otro motivo que impide el acceso al agua potable por parte de las comunidades es la instalación de ladrilleras en la zona. Respecto a ello Martearena aclaró que no reclaman que se vayan, porque entienden la importancia productiva. Sin embargo, apuntó que es primordial el acceso al agua para el consumo. Allí relató: «Estas ladrilleras contratan mano de obra de hermanos de comunidades, pero tienen un dueño externo a la comunidad. Como tienen plata, compran las piletas que se utilizan en verano para bañarse, pero para guardar el agua».
«La comunidad fue quien hizo la obra para acceder al agua, cavaron 2 kilómetros con palas y picos. Desde nuestra organización, en conjunto con la comunidad, compramos las mangueras», reveló. Sin embargo, padecen una situación lamentable: «Los ladrilleros ni siquiera con un poco de respeto preguntaron si podían conectarse a la manguera que tanto nos costó. Es injusta esa actitud”. Además, señaló que la comunidad realiza trabajos de reforestación pero la actividad que se ve obstaculizada por la falta de agua.
Sin respuestas del Municipio
Por esta grave situación, la comunidad wichí envió una nota a la Municipalidad de Tartagal para ser abastecidos con “chulengos”. Sin embargo, solo les llegó agua que deben comprar y todavía se desconoce el precio y las cantidades que se comercializan. Por su parte, Martearena reclamó que no hay respuestas de las autoridades. Además, señaló desde su organización de mujeres indígenas están enviado mails y notas tanto por el tema del agua como por el territorio. Pero, lamentó que la pandemia “taponeó” las necesidades urgentes.
