(Por José de Álzaga) – Amigo Lector: Desde los 38 F (Fahrenheit) que acusa la columna mercurial en Nueva York en este momento (3 grados centígrados para los menos iguales), mientras monitoreo momentos gráficos de la Salta de los Milagros que los amigos me acercan, descubro esta joyita… Bueno, más que joyita una sería casi una “notitia criminis” que muestra cómo, incluso hasta a la insigne Bettina Romero, se le escapa la tortuga. De hecho, su gabinete se asemeja mucho a un criadero de esos quelonios. Como se observa, mientras la Jefa se esfuerza por explicarle a los vecinos de Salta porqué la miserable realidad 3D en que viven no encaja con la realidad cuántica donde ella habita y donde todo es posible, incluso tener funcionarios como el que muestra foto, el dicho personaje está concentrado en resolver el endiablado acertijo que le propondría un Tetris, quizás.
¡Claro, se trata del sempiterno Aroldo “Herr” Tonini! Un becado “aeternum” de la familia Romero. Quizás el de Tonini sea un caso de “Figuera” (higuera en castellano antiguo para los legos), donde se hospedaba amarrados a los familiares que no alcanzaban el desarrollo intelectual suficiente como para presentarlos en sociedad. Bueno, también el duende habita bajo la higuera. Y los Romero a fuerza de ser buena gente han tomado a este “figuero” por mozo de cuerda… o a cuerda “chi lo sa”. El hecho es que Tonini no termina de caer de la higuera y darse cuenta de que es uno de los funcionarios más importantes del gabinete de Bettina Romero. Es tiempo navideño y la piedad invade mi espíritu, por eso lo de “funcionario más importante”.
Pero al margen de lo que la gráfica denota, hemos de fijarnos en el sentido profundo de la imagen, esa pose gestual reveladora de “Herr” Tonini diciendo “Me importa un … (agregue lo que desee) lo que está diciendo esta mujer”. Se ha revelado aquí la razón del fracaso de la gestión municipal. Mientras la Intendente (con “e” según la Real Academia Española) se esfuerza en maquillar su administración, estos genuflexos están en otra. Propiamente “en la suya”, Usted, me comprende amigo lector.
Aunque no sabemos, quizás estemos prejuzgando y “Herr” Tonini está en realidad leyendo “Main Kamf” o “Estudios del Malestar”, para nutrir su bagaje intelectual –otra generosidad de mi parte. La Navidad me pone sensible-, de donde un cuadro político de tal sapiencia no puede estar desperdiciándose en controlar la calidad de un mortero de hormigón en lugar de estar controlando un campo de concentración de contribuyentes que no tributan.
Ya adivino las voces viperinas que me denostarán por mis comentarios, pero os digo a vosotros hijos del salario, que los primeros huevos de la serpiente han sido puestos ya entre los condenados a galera de ese gabinete que sórdidamente se refieren a “Herr” Aroldo como “Tontini”, voz que revela que el “duro de matar” ya ha sido tomado para la chacota, el menudeo y la cuchufleta.
Despedíos, Aroldo de vuestra –y otrora- imagen de recio macho cabrío, de andar de piernas abiertas entre las cuales pasaban dos perros peleando, cual Lee Van Clif de un Spaghetti Western; nunca más vuestra sobriedad de solemne numerario. Los maléficos han incinerado vuestra estampa como en la Falla del San Judas (sólo para quienes han visitado Robledo de Chavela en Semana Santa). Y os digo, como estudioso de la miseria humana, lo han hecho así por consideraros a vos, un Judas. Si, en esto os comprendo, la chusma actúa siempre así ante los santos varones. Os valdría más cambiar la práctica de la dominical Lectura por una partida de Kabaddi, aunque dudo que el salario que os aloja en el cajero vuestra ama, lo permita.
En fin, demasiado tiempo de mi ilustre vida he dedicado a vuestra insignificante persona, “Herr” Tonini, más lo hice en obsequio a que me deleita la observación y crítica de las criaturas graciosas como vos.
Apartaré mi vista de la pantalla que me muestra tu felona actitud de menosprecio a la palabra de vuestra Jefa, para volver a las páginas de “Los Diez Negritos” de Agatha Cristhie, donde uno a uno van desapareciendo, ¡Igual que en el gabinete de Bettina!, mientras saboreo un Original Branded, con chispitas de oro, al tiempo en que veo por última vez vuestra foto –Tonini- y recuerdo aquella frase de Adolf Hitler, cuando dijo: “Si ganas, no necesitas dar explicaciones; pero si pierdes, no deberás estar ahí para explicar nada”. Pensadlo.
Hasta la próxima.