SALTA (Redacción) – Alberto Fernández está de gira por China y allí dio el visto bueno para que el país se integre a la Franja y a la Ruta de la Seda, que es un megaproyecto legendario con el cual el gigante asiático había tenido sus más grandes momentos de gloria en lo que respecta al avance económico y comercial. Esto permitirá que en Argentina ingresen USD 23.000 millones que serán usados para invertir en obra pública, según informaron desde Cancillería.
Es decir, el presidente Alberto Fernández aceptó integrarse a uno de los mercados más grandes del mundo en el cual China sería el lazo de conexión entre la mayoría de las naciones integrantes de la Ruta de la Seda. Para esto, pone a disposición el 72% de las reservas energéticas para el 70% de la población mundial. Esta es la magnitud del ambicioso proyecto del gigante asiático y se prevé que desde aquí salga el 55% del PBI mundial.
Para destacar, uno de los puntos centrales de este acuerdo firmado por Alberto Fernández es que se abre a una vía de acceso terrestre para Pakistán, Afganistán, Turquía, Rusia, Kazajistán, Turkmenistán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán y Europa a través de los Balcanes y por medio de increíbles instalaciones ferroviarias que conectará a China con los demás países.
También se incluye una ruta marítima con la cual se aspira a poder llegar con mayor facilidad a América Latina, África y hasta Medio Oriente ya desde Asía o desde Europa. Esto dará lugar a la creación de puertos comerciales, en los océanos Índico y Pacífico agilizando la comercialización entre los países integrantes. Lógicamente, esta es una jugada política que preocupa fuertemente a los Estados Unidos porque su máximo competidor está logrando pasos avanzados en este aspecto.
Por último, la Ruta de la Seda servirá para combatir más duramente a los extremismos y separatismos de diferente partes del mundo pero especialmente de aquellos que países que no están bajo la influencia de los Estados Unidos. En total son 140 países adheridos de los cuales hay 30 europeos, 37 asiáticos, 54 africanos y 13 Latinoamericanos, con la ausencia de Brasil entre las más destacadas.
