SALTA (Redacción) – El portazo que pegó Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados Cámara de Diputados sigue dando de que hablar y teniendo duras repercusiones al interior como por afuera de la coalición de Gobierno. El trasfondo de esta renuncia derivo del preacuerdo alcanzado por Martín Guzmán con el Fondo Monetario Internacional y puso en cuestión otra vez la gobernabilidad del kirchnerismo.
Miguel Ángel Pichetto, excandidato a vicepresidente de la mano de Mauricio Macri y presidente de la Cámara de Senadores de la Nación bajo el ala del Frente para la Victoria en el pasado, aseguró que esta jugada de Máximo Kirchner forma parte de una estrategia del kirchnerismo pensando en las elecciones del 2023, ya que intentarán posicionarse como si «no tienen nada que ver con el tema FMI», aseguró.
Además, auguró sobre el futuro de América Latina y una posible vuelta el «giro a la izquierda» por como se están dando las cosas en los países vecinos. «Chile, Bolivia y Brasil que puede volver Lula, ¿Acá por que no podría volver Cristina Fernández de Kirchner?«, se preguntó Pichetto analizando el contexto regional y aclaró que observa comportamientos similares entre cada Nación. Este «proceso recién empieza y están viendo el escenario para moverse», aseguró y vínculo la estrategia de Máximo en esta línea.
De esta manera, Pichetto admitió que «hay una parte del electorado que responde al kirchnerismo» y que por eso desde el ala dura trabajarán para reforzar este sector. Asimismo, recordó que «hay una estructura de La Cámpora que sigue a Máximo» y que esto puede explicar el distanciamiento que tomó el hijo de la vicepresidenta con respecto a preacuerdo con el Fondo.
En conclusión, para Pichetto está muy claro: «la renuncia de Máximo tiene vistas al 2023«, aseguró y anticipó que los próximos movimientos que hagan serán vitales para saber cuál será el rumbo de la coalición de Gobierno del Frente de Todos. No obstante, desde el oficialismo niegan toda posibilidad de ruptura y aseguran que están más unidos que nunca aunque se peleen como perros y gatos frente al público.
