SALTA (Redacción) – El día del Censo es una jornada especial ya que todos los argentinos aportamos los datos fundamentales para que el Estado y los gestores políticos puedan conocer qué hacemos, cuantos somos y cómo vivimos. Pero esto también es un gran riesgo o puede conllevar peligro para los censistas y según la zona tuvieron que hacer su trabajo acompañado por la Policía de Salta.
Esto fue lo que ocurrió en las primeras horas del Censo en la Villa San Antonio, sobretodo en las partes consideradas más peligrosas. Es decir, en lo que se conoce como el «Bajo Chico» tuvieron que ser acompañados por la policía. En esta zona, los censistas comenzaron su labor a las 8.30 de la mañana y los efectivos de seguridad le dieron un par de recomendaciones antes de que arranque su labor.
«Les dijimos a la encargada de esta zona que era mejor esta hora, ya más tarde se complica. Les dijimos que se queden cerca nuestro o que cualquier cosa concurran a nosotros, para eso nos intercambiamos contactos», manifestó Pedro Canavari. «En esta zona es difícil porque hay mucha gente en situación de calle y con problemas de consumo de sustancias», resaltó el comisario. Por eso es que la policía tuvo que garantizar la seguridad de los encuestadores. Así también lo dictaminó el INDEC en coordinación con los organismo de Seguridad de las diferentes jurisdicciones nacionales.
Los comentarios de las vecinas de Bajo Chico
Para dos vecinas que estaban conversando en la vereda manifestaron su sensación: el Censo anterior duró más tiempo. Otra contó que despertó a sus vecinos para que » también contesten». Para ambas femeninas lo mejor era que la policía esté acompañando a los censistas para garantizar su seguridad. «Así no se asustan, y están tranquilos», ironizaron aunque reconocieron que «esta es una zona difícil».
Por último, otra mujer manifestó que en el barrio no se siente tan insegura y que se quedo en su casa únicamente por el censo. Ya que otros días siempre prefiere irse a dormir a la casa de su hija. «Hay ruidos hasta tarde y yo me levanto temprano, además a la hora que salgo a trabajar, al amanecer, por ahí me cogotean y me quedo aleteando», contó sobre los peligros que atraviesa viviendo en el barrio.
