SALTA (Redacción) – La muerte de Alejandro Benítez en Bolivia provocó un fuerte escándalo entre Argentina y el vecino país. Aunque tanto cancillería como la embajada en el vecino país se mostraron poco confrontativos, los gobiernos de Salta y Jujuy cuestionaron el accionar de los bolivianos. Tal es así que la presión provocó la realización de una auditoría por parte del gobierno boliviano.
Aunque se esperaba que la auditoría le diese un respaldo al maltrecho sistema de salud de Bolivia, también hubo algunas revelaciones. Es que el gobierno de Bolivia terminó admitiendo que existieron «cobros irregulares» por parte del personal de salud y seguridad del vecino país, algo que habían denunciado los amigos de Alejandro Benítez.
El informe de la auditoría, que también fue conformada por especialistas argentinos, fue tajante respecto a los cobros irregulares. “Se produjeron actos administrativos contrarios a la normativa y acuerdos bilaterales vigentes. Tales como cobros y constancias de pago por algunas prestaciones recibidas”, indicaron los auditores del caso Alejandro Benítez.
Asimismo, aseguraron que estos cobros irregulares no terminaron provocando la muerte de Alejandro Benítez que se accidentó en Bolivia en julio pasado. «Las fallas administrativas no generaron ni fueron la causa del fallecimiento», aseguraron tras comprometerse a sancionar a quienes les obligaron a pagar a los amigos del profesor salteño.
Por último, aseguraron que se brindó la atención médica adecuada para Alejandro Benítez. «Pese a que se constató que se efectuaron medidas orientadas al resguardo de la vida del paciente (transfusión de paquete globular), ante la gravedad de las lesiones, la hemorragia severa, el compromiso generalizado y el mal estado, se produjo su lamentable deceso”, sostuvieron desde Bolivia.