SALTA (Redacción) – Brasil es el principal socio comercial de la Argentina y uno de los principales destino a donde van las exportaciones de la provincia. Es por eso que las elecciones del vecino país fueron seguidas con atención. Mucho más cuando fueron mucho más reñidas de lo esperado por lo que habrá ballotage entre Lula Da Silva y Jair Bolsonaro.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) y expresidente brasileño, se impuso con el 48,25% de los votos por sobre el 43,10% de Jair Bolsonaro. Esto se convirtió en la gran sorpresa de la jornada. Es que las encuestadoras, en promedio, le daban el triunfo a Lula Da Silva por casi quince puntos y superando ampliamente el 50% que le permitían acceder a la presidencia.
Tal es la confianza que tenía el referente de la izquierda latinoamericana en su triunfo, que el equipo de Lula Da Silva había cerrado una de las principales avenidas de Sao Paulo para celebrar la vuelta a la presidencia del exmandatario. Por ello, el triunfo por 5 puntos en la primera vuelta se festejó poco en el búnker del expresidente.
Lo cierto es que todo se definirá entre Jair Bolsonaro y Lula Da Silva el próximo 30 de octubre. De cara al ballotage, el expresidente tiene una clara ventaja sobre el actual mandatario. Sin embargo, desde el lado de Bolsonaro esperan que los casi 60 millones de brasileños que no asistieron a la votación lo hagan en la segunda vuelta. También es una incógnita el destino de los votos de Simone Tebet y Ciro Lopes, quienes finalizaron tercera y cuarto respectivamente.
El norte es de Lula
Como sucedió en ateriores elecciones, el nordeste de Brasil apoyó masivamente a Lula Da Silva. En esta región, marcada por la pobreza, el expresidente obtuvo una victoria arrolladora. El único distrito donde se impuso el actual mandatario fue Roraima, estado lindante a Venezuela. En tanto, el sur y centro del país fue todo para Jair Bolsonaro pero se impuso por un margen mucho más estrecho.
