SALTA (Redacción) – Cada vez que se aplica un programa de ajuste ortodoxo estructural, el impacto recae inmediatamente sobre los jubilados. Por lo tanto, la tercera edad se encuentra entre los principales perjudicados por la gestión de Javier Milei que bajo el lema «no hay plata» justifica este retroceso. Ante esto, la senadora Nora Giménez se descargó en sus redes sociales por la situación de la tercera edad.
Mientras que la ANSES ya confirmó que las jubilaciones y pensiones van a subir un 27,8%, saltando el haber mínimo de $105 a $134.446. Este es el nuevo piso que regirá hasta la próxima actualización trimestral y es una clara muestra de la licuación de los ingresos. Sin el pago de bonos sostenido todos los meses, esto generará una fuertísima caída salarial. Frete a esto, Giménez no se pudo quedar callada y dio su punta de vista.
Fiel al estilo moderno de la clase política, la red social X (Twitter) fue el lugar central para referirse al respecto. «Estoy muy preocupada por la situación de los millones de jubilados y jubiladas que cada día ven cómo sus haberes alcanzan para menos«, escribió Giménez. «Está claro que, a contramano de nuestro pensamiento político, el Gobierno Nacional los ha elegido como la variable de ajuste de sus políticas», completó la senadora nacional.
Todo puede ser peor
Como si esto fuera poco, la legisladora nacional por Salta aclaró que «hasta aquí esa estrategia hizo estragos en nuestros mayores». No obstante, advirtió que «puede ser peor: ayer se anunció que, por la Ley de Movilidad, en marzo se aplicará un incremento de jubilaciones y pensiones de sólo un 27,18%, frente a una inflación que en los últimos tres meses bordea el 80%», cuestionó Giménez.
En suma, remarcó que si bien «el ministro Caputo anunció que pagará a quienes cobran la mínima un bono de $70.000, apenas $15.000 más de lo que percibían desde noviembre pasado». De todos modos, la senadora Giménez indicó que «esa cifra es claramente insuficiente y no permitirá revertir la brutal caída de poder adquisitivo aplicada por este gobierno sin alma«.