SALTA (Redacción) – La comunidad twittera vivió una nueva noche de furia del presidente acompañada por el accionar directo de los gobernadores patagónicos. Todo giró entorno a la problemática de la quita de subsidios al transporte público, salud y paralización de obra pública. Los mandatarios del sur del país se unieron para lanzar una agenda en común reclamando por los fondos adeudados.
Todo comenzó con un simple reclamo de las provincias por los fondos que se le adeuda de Nación. De todos modos, gran parte del reclamo y de la crítica de los gobernadores partió desde la Provincia de Chubut, gobernada por Ignacio Torres, porque ««el Ministerio de Economía de la Nación le retuvo ilegalmente $ 13.500 millones, más de un tercio de su coparticipación mensual«.
En conjunto lanzaron un comunicado recordándole al presidente que «las provincias son preexistentes a la Nación y merecen respeto. Nadie puede someterlas ni extorsionarlas con amenazas de restricción de fondos públicos que les pertenecen por derecho propio«, remarcaron. A esto, agregaron que «los gobernadores no son empleados del Poder Ejecutivo Nacional ni están sujetos a sus órdenes«, le recriminaron a Milei.
A su vez, se explica que «de forma ilegal el gobierno nacional retuvo los fondos destinados al Fondo Compensador de las tarifas del transporte público. Son recursos procedentes del impuesto a los combustibles y tienen una asignación específica», enfatizaron. Pero al final del documento se dio una de las amenazas más fuertes de todas.
El petróleo argentino y un presidente que no controla la cólera
En general, todos deberían bajar un cambio ya que el nivel de violencia y confrontación que se está gestando es muy grave. A modo de cierre, el apartado final del documento señala que «si el Ministerio de Economía no le entrega a Chubut sus recursos, entonces Chubut no entregará su petróleo y su gas«. Finalmente, Torres y los demás gobernadores aclararon que «quitarle a una provincia más de un tercio de su coparticipación es una acción criminal que persigue el objetivo deliberado de hacer sufrir a sus habitantes para de este modo forzar a su gobierno a adoptar determinadas decisiones políticas. Es una medida extensiva y disolutoria del sistema federal. Ningún gobernador lo va a consentir«, concluyeron.
