SALTA (Redacción) – Las primeras cinco fechas de Gimnasia y Tiro de Salta en la segunda categoría del fútbol argentino da para ilusionarse. En la quinta fecha lograron obtener los tres puntos de local contra Defensores Unidos ganando por la mínima. Rubén Forestello celebró este nuevo triunfo pero reconoció que la lesión de Guido Milán dejó un gusto agridulce.
Al equipo salteño le echaron dos jugadores, pero jugó prácticamente todo el segundo tiempo con uno menos. Jugó de local en el Gigante del Norte en la quinta fecha de la Zona B. Hasta el momento obtuvo 11 puntos de 15 posible. Forestello reconoció que fue difícil afrontar el encuentro tras la expulsión y que la lesión de Milán fue un golpe anímico muy fuerte.
«Fue un partido raro, desgraciadamente arrancamos con una lesión muy importante (Milán), la cual causó tristeza y angustia en la mayoría de los chicos», reconoció el entrenador del Albo. «No nos pudimos acomodar en el primer tiempo frente a un equipo que hace tres años juegan juntos, que ascendió y tienen un entrenador que viene trabajando hace rato», admitió Forestello.
Por suerte, «después nos acomodamos y fue parejo, emotivo, sucedió lo de las expulsiones (Chaves y Sanabria) y sacamos tres puntos adelante muy importantes», expresó Forestello. De todos modos, «vuelvo a repetir, con una angustia muy grande por lo de Guido», lamentó.
Afrontar el encuentro tras las expulsiones
Siempre es complicado que te expulsen un jugador porque te obliga a cambiar el esquema de juego. «Nos reordenamos a partir de las expulsiones y seguimos de la misma forma pero con uno menos en la mitad de la cancha, nos había pasado con Madryn, nos acomodamos y funcionó», aclaró Forestello. «Metieron corazón y orden, lástima que tantas cosas nos dificultan en el armado para el próximo partido», agregó al mismo tiempo.
Sabiendo que fue un escenario realmente complicado, el entrenador millonario no pudo hacer otra cosa que expresar su orgullo. «Estoy orgulloso, sacamos adelante un partido totalmente lleno de dificultades, con errores. Porque la amarilla puede ser justificada o no, pero con las pulsaciones tan alta a veces no te podés parar. Lo más angustiante es que tengo dos jugadores menos y uno con una lesión importante», lamentó Forestello.