SALTA (Redacción) – En el último tiempo se ha visto mucho a Gustavo Sáenz haciendo populismo con la salud pública. Entendiendo el clima de época y el cansancio con los servicios universales decidió avanzar con el cobro a algunos sectores. Sin embargo, desde el Hospital Ragone denuncian que faltan medicamentos y no tienen desfibriladores.
Raquel Mussa, presidenta de la Asociación de Psiquiatría, apuntó contra las autoridades provinciales. La muerte de Lucas Mercado dejó al descubierto el pésimo estado del sistema de salud que comienza a ser lentamente arancelado. «La salud mental en la Provincia viene en crisis desde hace mucho tiempo. El hospital Ragone no puede recibir urgencias porque no cuenta con medicación ni recursos suficientes para abordar una crisis aguda de intoxicación», aclaró.
Diferentes estimaciones consideran que Mercado habría sido traslado y «tirado al piso» por la Policía de Salta. El joven se encontraba en estado de coma y como el Ragone no tiene un desfibrilador, ni un carro para guardia ni médico clínicos que puedan responder a estas emergencias. En resumen, para Mussa hay un claro descuido del gobernador Sáenz y el ministro Mangione. Desprotección total.
«Esto da cuenta del abandono y dejadez en la salud mental», remarcó una vez más. Sin embargo, lo más grave es que cuando Mercado llegó al Ragone, el nosocomio se encontraba sin luz y por eso tuvieron que usar la linterna de los celulares para atenderlo. «Un nosocomio no puede no tener un grupo electrógeno, desde hace mucho tiempo, los psiquiatras hacen lo que pueden con los pocos recursos que tienen».
Ni medicamentos
Como si todo lo dicho hasta ahora no bastará, otro gran problema es que ni siquiera hay medicamentos en el nosocomio de salud mental. «El psiquiatra atiende como puede y, la verdad, están desbordados con la cantidad de pacientes que tienen que atender y falta mucha medicación, por lo que se hace lo que se puede, con lo poco que se tiene», indicó Mussa.
Además, es algo que no ocurre únicamente en el Ragone ya que es algo frecuente que los hospitales carezcan de recursos. Hay «un faltante general en los hospitales públicos», recriminó. El efecto colateral de todo esto es que «la gente tenga que comprar su propia medicación y no a todos les alcanza». Por lo tanto, «se manejan con muestras y con fármacos del Plan Remediar» que es de Nación cuando deberían hacerlo con recursos de provincia. Sin embargo, Sáenz dice que no hay plata, que las prioridades son otras.
