SALTA (Redacción) – El analista de política internacional, Jorge Castro, brindó un detallado panorama de los conflictos que se están desarrollando en la región latinoamericana, en una entrevista brindada a El Intransigente. Desde su mirada, existe un juego geopolítico y el periplo del mandatario destituido de Bolivia, Evo Morales, lo evidencia.
Viaje de Evo a México y los obstáculos
En primer lugar, Castro puntualizó: “La aeronave mexicana enviada por el presidente López Obrador para ofrecerle asilo al presidente de Bolivia, tuvo varias dificultades. Hubo gobiernos, como el caso de Perú, que se negaron a darles el permiso para transitar su espacio aéreo y, curiosamente o significativamente, fue la intervención del Gobierno de Bolsonaro, a través de la mediación del embajador brasileño en Asunción, Paraguay, el que permitió que, desde allí, el avión que transportaba al presidente Evo Morales, atravesara el territorio brasileño”.
El viaje de Morales no terminó ahí, luego de su aterrizaje en Paraguay, no pudo transitar el espacio aéreo de Ecuador. Sin embargo, tras 14 horas de viaje, llegó a la ciudad de México, donde fue recibido por el representante del presidente López Obrador y el secretario de Relaciones Exteriores. Castro planteó que el líder del MAS en su carácter de exiliado: “No solo no está dispuesto a abandonar la vida política, sino que, por el contrario, reafirmó su vocación de lucha y sostuvo que va a volver en algún momento a territorio boliviano para hacerse cargo del poder político”.
En este sentido, el analista comentó que, por el momento, el espacio político de las fuerzas que han respaldado y respaldan al presidente boliviano está centrado en la figura “excluyente y exclusiva” de Evo Morales. Dejando un poco de lado la odisea del funcionario refugiado, se centró en la autoproclamación de la vicepresidenta del Senado boliviano, Jeanine Áñez, como presidenta interina.
«La asunción del día de ayer de la senadora se hizo sin contar con un quórum»
“Tiene una legitimidad extremadamente frágil, hay que tomar en cuenta de que el MAS, el partido oficial que representa al presidente Evo Morales, tiene una mayoría de más de dos tercios en las dos Cámaras de la Asamblea Legislativa boliviana, y esto implica que la asunción del día de ayer de la senadora se hizo sin contar con un quórum en ninguna de las dos Cámaras del Congreso boliviano”, le explicó al El Intransigente.
En cuanto a la estabilidad política de Bolivia, Castro sostuvo todavía es incierta. “Lo que es seguro es que se están profundizando los enfrentamientos internos y los choques extremadamente violentos, de las fuerzas partidarias al presidente Evo Morales y de los integrantes del movimiento insurreccional que logró derrocarlo el día domingo”, destacó.
Finalmente, se refirió a la postura tanto del presidente de Argentina como de los Estados Unidos, respecto a la crisis institucional de Bolivia, y opinó que las relaciones podrían complicarse. “La crítica del presidente electo, Alberto Fernández, al presidente de los Estados Unidos es un acontecimiento mayor, no solo en la relación entre los dos países, sino por el hecho de que el presidente Trump es el único que puede garantizar que, finalmente, el FMI acuerde la refinanciación de la deuda de Argentina, que es importante para el Gobierno de Alberto en el año 2020”, concluyó.